Después de 86 años en el poder, el otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha queda prácticamente fuera de la vida institucional del estado de Veracruz. El corporativismo magisterial y campesino se ha terminado, la invencible maquina electoral, manejada por verdaderos mapaches electorales, no arrancó; el uso indebido de los programas sociales fue anulado por denuncias acompañadas de contundentes pruebas, que motivaron la renuncia de alfiles de gran peso.
Este primero de diciembre comienza un nuevo gobierno, una oportunidad que Miguel Ángel Yunes Linares sabrá aprovechar. Los rubros principales de su eje rector serán seguridad, salud y educación. Mismos que la administración que fenece lesionó brutalmente.
Será necesario que los diferentes grupos sociales y la misma sociedad civil sepa que la situación que dejan a la nueva administración es caótica. No hay dinero para lo más básico, la abultada nomina en las secretarías, que fueron usadas como agencias de colocaciones, será un fuerte golpe financiero.
Además, no se debe olvidar el papel que juegan los diversos grupos que forman el crimen organizado, éstos trataran de aprovechar la transición para afianzarse en sus cotos de poder. El reto es difícil para el nuevo gobernante y su gabinete, sin embargo, con el apoyo de todos Veracruz saldrá de esta brecha de corrupción.
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