Sin embargo, Salvador Manzur y camarilla no han sido tocados. Aunque este caso no tiene nada que ver directamente con la bestial corrupción, se da la impresión que este montaje está armado para calmar las ansias de justicia en Veracruz. Cala muy hondo la presencia impune de Vicente Benítez en el Congreso local, y los diputados hampones en el Congreso Federal.
La inhabilitación de Tarek Abdalá solo fue vista como una cobijota que su partido le puso para que no pisara la cárcel. Por su parte, las acusaciones menores que le imputan a Bermúdez Zurita le permitirá librarla con una buena fianza. No hay intención de meterlos a la cárcel, puros ratones chiquiteros han agarrado. Ninguna rata de cola larga, incluyendo a la que se cambió de nombre y se puso bigote.