Zaira Rosas / El aprendizaje en el ser humano es quizás uno de los procesos más complejos, por ello el investigador Cody Blair se dio a la tarea de buscar ¿cuál es la mejor forma de aprender?, como resultado creó una pirámide del aprendizaje, misma que refleja que al leer algo retenemos aproximadamente un 10%, si lo platicamos un 50%, pero si ese nuevo conocimiento lo enseñamos a alguien más la retención será de un 90%.
Bajo este principio después de pasar un fin de semana escuchando a pensadores de diversos campos, siento la necesidad de compartir un poco de lo aprendido, de las lecciones en común que me dejaron grandes personajes que se dieron cita en la Ciudad de las Ideas, un evento que se realiza cada año gracias a la creatividad de Andrés Roemer y Ricardo Salinas Pliego, hombres que decidieron aportar valor al mundo compartiendo ideas, pero no sólo las suyas, sino las de mentes brillantes alrededor del mundo que han innovado en sus campos y de una u otra forma han logrado transformar su entorno.
En esta edición el eje central fue el juego, entendiendo que sólo disfrutando lo que se hace e incentivando a la curiosidad, las ideas evolucionan y se pueden crear alternativas para tiempos como los que enfrentamos hoy en día, en los cuales lo inesperado nos alcanza, pero aún en momentos que para algunos podrían parecer grises; en la creatividad y la imaginación hay luz y esperanza. Asistir por primera vez a Ciudad de las Ideas me dejó claros dos mensajes: el primero es arriesgar y atreverse. En ocasiones crecemos bajo moldes que nos limitan para seguir los sueños, pero esos límites están en cada uno de nosotros.
Ponentes como Emmanuel Bishop, un violinista extraordinario; el grupo musical La Santa Cecilia, formado por migrantes; la comediante de origen musulmán Negin Farsad y muchos otros, son un recordatorio de que los estereotipos sólo te detienen cuando los crees, pero si eres tú quien analiza los alcances y trabajas para llegar cada vez a metas más altas, no existen los imposibles. Además obstáculos habrá en todos los caminos pero al final es la actitud y la manera de hacerles frente lo que determina si alcanzas o no el destino.
La segunda lección más grande de este fin de semana fue el aprendizaje compartido, las lecciones más grandes las tomamos de quien menos imaginamos, hay ocasiones en que preferimos relacionarnos con personas que consideramos a fines, no obstante a veces son necesarias las sorpresas que te dan los que no se parecen en absoluto a ti. También al compartir un poco de nosotros con seres ajenos a nuestro entorno cotidiano podemos entender mejor qué está pasando en el resto del mundo. Noticias como el Brexit o el triunfo de Donald Trump toman a más de uno por sorpresa porque consideramos puntos de vista muy limitados y en ocasiones encerrarnos en burbujas provoca que ignoremos otras realidades que convergen con la nuestra. Lakshmi Pratury, ponente de Asia señalaba que el mal en el mundo no es culpa de la tiranía, sino de la indiferencia, ocasionada por creer que sólo la vista desde nuestra ventana es la correcta.
Al final me quedo con una revolución de ideas, pero sobre todo con la necesidad de devolverle al mundo un poco de valor y no ser un ente más que se limita a valerse de él, porque considero que quienes tienen la oportunidad de aprender algo también tienen la obligación de enseñar a otros, que los que reciben tanto igual deben dar a quienes no, por ello los invito a comenzar a escuchar a quienes tienen cerca. Una mujer maravillosa, Rosi Orozco de Comisión Unidos Contra la trata de personas, comentaba que si todos los seres que hemos recibido un poco más del común, ya sea en bienes u oportunidades, nos preocupáramos por ayudar al menos a una persona, el mundo sería otro.
Hay escenarios que podrían hacernos pensar que el futuro para México será muy duro, pero como bien señaló el actual gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, ante estos escenarios “hay que buscarle a los retos la cara de oportunidad” y sólo pensando fuera de la caja lograremos que eventos como este sean un detonante de empresarios más comprometidos, de jóvenes emprendedores y sobre todo lograr sociedades que colaboren para seguir creciendo.
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