Jorge Flores Martínez / En esta ocasión la entrevista fue realizada a Uriel Flores Aguayo, activista social; una persona que entiende que la izquierda no debe obedecer a caudillos, la comprende moderna y alejada de dogmas; un político que valora el diálogo y el consenso.
Mi interés en esta plática es apreciar la perspectiva de la ciudad desde el activismo y el compromiso social; desde sus márgenes más olvidados, en su pobreza a veces ajena al resto de nosotros, en sus observaciones y en el planteamiento de una idea interesante, el concepto del capital humano como fortaleza de la ciudad.
—Uriel, ¿cómo ves a Xalapa?
—En un balance más mal que bien, la veo sin rumbo, extraviada; hay ciertas pinceladas, pero son minucias, se administran los problemas.
Me parece que hemos perdido diez años, en los que se han tomado decisiones de muy corta visión, parciales y aisladas; un poco de acento en lo que es la obra pública, inauguraciones; es decir, ha pesado más la administración, no han entendido la dimensión de Xalapa.
Una de las claves de lo bien o mal que está la ciudad es el cabildo, y lo que veo y lo digo en general es que son cabildos ausentes, de ornato, que no juegan un papel y no tienen presencia, son organismos prescindibles, todo queda en la figura del presidente.
—¿Cuáles son las potencialidades y debilidades que detectas en Xalapa?
—Del mismo legado de la ciudad se desprenden ciertas inquietudes, debemos preguntarnos sí sigue siendo, fue en algún momento o si puede ser ahora la Ciudad de las Flores o la Atenas Veracruzana.
Xalapa ha perdido potencialidades y ha erosionado los rasgos más importantes de su personalidad; debo destacar que un gran potencial de la ciudad es su capital social positivo, es una ciudad privilegiada por su actividad cultural, intensa y diversa.
—¿A qué te refieres con capital social positivo?
—Es una ciudad bien informada, con grupos ciudadanos en los que se desarrollan las más diversas actividades, existen espacios de opinión donde la información circula con gran libertad, a pesar de la coyuntura actual; el tejido social en la ciudad es bastante resistente, más que en cualquier otra ciudad del estado, en verdad que no es común. La fortaleza de la ciudad esta en su capital social, es algo que se tiene que apuntalar, promover y proyectar.
—Este capital social del que hablas, en su misma naturaleza me parece que implicaría una mayor participación ciudadana, ¿es así?
—Por supuesto, ese es un tema en sí mismo, el ayuntamiento debe ser un promotor incansable de la participación ciudadana, debe establecer mecanismos para divulgar la problemática de la ciudad; que a Xalapa la sientan suya. Hay un déficit ciudadano de conciencia de la vida pública, necesitamos deliberar más como ciudadanos y la autoridad debe ser más transparente, de alguna manera los cabildos deberían ser convocados a la población, ser transmitidos por lo menos en Internet.
—Qué acciones emprenderías que consideres indispensables en el corto y mediano plazo?
—Me parece que los problemas mas importantes que se deben atender son: en primer lugar, la movilidad interna, Xalapa es caótica, está sujeta a actos de control político y corrupción, no existe una política real de transporte público, no obedece a ninguna planeación, es negocio de alianzas políticas. En segundo lugar, los taxis; es demencial con las nuevas concesiones, estaremos cerca de los 20 mil que no obedecen a otra cosa que a la corrupción. En tercer lugar, el agua; somos dependientes en un 50% de la fuente que abastece a la ciudad, que siempre está condicionada a negociaciones es un tema no resuelto y estamos sujetos al chantaje. En cuarto lugar, el problema de los desechos sólidos, una concesión muy cara que creo no resiste una prueba de su manejo. En quinto lugar, el problema de la seguridad; la ciudad por su condición de capital tiene reservada su seguridad en el estado, aunque la ley no prohíbe establecer convenios; ésta no puede quedar en manos de personas no electas por la ciudadanía. En sexto lugar está, la marginación social; zonas muy pobres y excluidas que generan una presión social muy grave, ilegalidad de todo tipo; problemática que es explotada para control político. Y, en séptimo lugar, la ocupación de los espacios públicos, en Xalapa otra vez por razones de carácter político se han cedido a grupos de presión.
Algunas acciones que se han emprendido son positivas, en la Calle Zaragoza se está realizando una obra de intervención interesante, otorgando al peatón la prioridad; en Úrsulo Galván se intentó una obra semejante y la misma oposición de los vecinos la impidió, me parece que faltó consenso, se trata de convencer con política, todo es diálogo y convencimiento.
—¿No crees que esta política de consenso se convierta en una vecinocracía? Después de todo, la calle o el espacio público no deben forzosamente obedecer a intereses de grupo o vecinos.
—Se corre el riesgo, pero lo importante es dejar claro qué pone y qué gana cada quien. Lo peor es presentarlo a líderes que distorsionan todo al momento de comunicarlo a los interesados, la gente en esas condiciones responde de manera emocional; los resultados están a la vista y es la ciudad la que pierde.
—¿Cómo te imaginas la ciudad en 20 años?
—Una ciudad del conocimiento dirigida a desarrollar el enorme potencial de su capital positivo; una ciudad que privilegie su valiosa e intensa vida cultural, donde el espacio público sea el escenario de actividades ciudadanas; creo que la apuesta de la ciudad es en ese sentido.
Me imagino una ciudad mas peatonal, que se disfrute, que sea limpia, ordenada y segura, Xalapa es de todos y tenemos que apropiarnos de ella.
—Por último, no hablamos del transporte público
—No tenemos transporte público municipal, pero se puede convenir, generar una figura política. Es un desastre, se han dado concesiones corruptas, los concesionarios mandan y disponen sus rutas y paradas, no obedecen a una política de transporte de la ciudad. Es imperativo que más gente utilice el transporte público, es insostenible seguir como estamos; además, en alguna ocasión promoví que se utilizara la vía del tren del Velódromo a la Colonia 21 de Marzo, me parece que realizando los estudios y las inversiones que se requieran, contarías con un sistema de transporte alterno que descargaría de manera importante el tráfico en las principales avenidas de la ciudad.
—¿Algún comentario para terminar?
—Creo que debemos repensar Xalapa, la coyuntura actual lo demanda; observo con gran preocupación que los aspirantes no hablan de la ciudad, no proponen, nosotros lo que queremos en crear una agenda metropolitana por la democratización del municipio, hablar de una idea de ciudad, ya no hay que conformarnos con menos.
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