Los nuevos diputados tienen la oportunidad de analizar el camino del dispendio y sometimiento de sus antecesores. Nunca en Veracruz se contó con unos diputados tan agachones, que llegaron a solapar todas las propuestas del gobernador prófugo.
Ahora que estos timoratos y sometidos diputados que se marchan, seguramente en sus momentos de soledad sabrán que sólo fueron debut y despedida en la política veracruzana. Tuvieron la oportunidad de sacar la casta y ponerse del lado del pueblo, sin embargo, prefirieron el camino de la falsa lealtad y complicidades de un sujeto que tarde o temprano entregará cuentas con la justicia. Los veracruzanos se lo merecen.