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Ricardo Ahued, congruencia legislativa y calidad moral

Xalapa, Ver. El diputado local Ricardo Ahued Bardahuil. FOTO: MIGUEL ANGEL CARMONA/FOTOVER FOTO: MIGUEL ANGEL CARMONA/FOTOVER

Fueron muy pocos los diputados de la LXIII legislatura que se resistieron a las incongruentes peticiones del Nerón veracruzano. La gran mayoría de los diputados priistas se prestaron a las tropelías de Javier Duarte, mediante su fiel mayordomo legislativo Juan Nicolás Callejas Arroyo. Las prebendas y puestos públicos para sus familiares eran, en muchos casos, la moneda de cambio para levantar el dedo, para darle el visto bueno a los disparates de Duarte.

Cuando alguien se resistía, el coordinador de la Junta Política del Congreso se aplicaba como un verdadero lacayo del poder. Usaba la coacción y amenaza para convencer a los diputados, fueran del color que fueran. Sin embargo, con Ricardo Ahued no pudo; este diputado trató de ser congruente muy a pesar de sus propios compañeros de partido. Su voto era pensado y razonado, nunca votó por coacción.

Por eso, es que hoy este legislador tiene la calidad moral para exigirles a los diputados de su propio partido a que tengan los suficientes «calzoncitos para irse a dormir en un catre al Palacio de Gobierno para exigir los recursos que les corresponden».