La vergonzosa derrota propinada por la alianza PAN-PRD al PRI el 5 de junio pasado, y su relego a tercera fuerza local, jamás se lo perdonarán Yunes Linares. Todavía no comienza a gobernar Yunes Linares y ya se vislumbra la mezquindad y pichicatería de lo que se dejará venir para el Estado de Veracruz.
El gobierno de Peña Nieto buscará a toda costa impedir al gobernador entrante que luzca como un verdadero estadista; tratará de minimizar sus logros y es muy seguro que utilice a sus grupos de choque e incondicionales del PRI para obstaculizar su trabajo.
Si algunos piensan que vendrán tiempos tranquilos para Veracruz, están equivocados; las marchas y protestan continuarán, sólo cambiarán los protagonistas. No extrañará ver a las huestes de la sección 32 del SNTE protestando en las calles y plazas públicas, de lo se tratará, será de apretar al nuevo gobierno.
Los adeudos pendientes serán capitalizados por el PRI. Ojalá y quepa la mesura y el diálogo, los veracruzanos se lo merecen.
Comentarios