Los nervios se le notaban con un meneo constante en las manos, a unos metros a la izquierda del presidente municipal de Xalapa, durante la reunión con alcaldes priistas el día de ayer. Esteban Acosta Lagunes, alcalde de Banderilla, pareciera que no la va a librar esta ocasión. Las acusaciones por desvió de recursos cobran fuerza. Resulta que los banderillenses se quedarán sin teatro y sin dos unidades deportivas por la gracia del constructor metido de político.
Su pretensión fue llegar a ser diputado por el distrito de Coatepec, el resultado fue adverso. Ahora la Comisión del Congreso local notificará a la Auditoria Superior de la Federación que en este pequeño municipio se desviaron 24 millones de pesos, mismos que serían usados para un teatro en las mal aprovechas instalaciones de La Calera y para dos unidades deportivas.
Gracias a las impericias de los dos últimos alcaldes, Morena se puede quedar con la plaza si es que ponen a un candidato cercano a la gente. Mientras tanto, Esteban Acosta Lagunes debería buscarse un buen abogado o puede seguir las pisadas de su antiguo amigo el gobernador prófugo.
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