Cosoleacaque, Ver. “El ser humano siempre lucha contra los obstáculos que le presenta la vida y como mujer he luchado contra la adversidad económica, familiar y social para alcanzar mis metas y en ello la Universidad Popular Autónoma de Veracruz ha tenido participación al darme la oportunidad de estudiar la licenciatura de Psicopedagogía y la maestría en Educación, lo que me ha permitido ser la fortaleza de mi familia”, indicó Rosario Silveria Márquez Gálvez.
De 45 años de edad y docente de ocupación señaló que “fuera de ser sexo débil, las mujeres somos la fortaleza de una familia; de hecho pienso que cuando alguien nos tira, de nosotras depende levantarnos o quedarnos allí; mi instinto fue levantarme y seguir adelante; siempre he luchado contra la adversidad no solo económica, sino familiar y social porque muchos me criticaban de quitarle al niño su infancia al tenerlo aquí mientras yo estudiaba, pero siento que le hizo bien”.
Con fluidez en su conversación y la alegría de haber concluido su posgrado, Márquez Gálvez indicó que la UPAV le dio la oportunidad de lograr un sueño que no consiguió antes por haberse casado y luego de unos años de relación marital se separó y se encontró ante el reto de seguir adelante o quedarse estática, optando por la primera situación al encontrarse con la UPAV con la que estudió la carrera de Psicopedagogía y posteriormente la maestría en Educación.
“La UPAV para mi es una universidad del pueblo y para el pueblo porque nos da la oportunidad de seguirnos preparando sin muchas presiones, porque trabajamos de lunes a viernes y tenemos la oportunidad de estudiar los sábados o domingos, dependiendo el tipo de carrera que se elija”, expresó.
Y agregó: “mi hijo el mayor siempre ha dicho que se siente orgulloso de que su mamá este estudiando y le digo, junto con su hermano, que salimos adelante los tres porque si yo avanzo, ellos avanzan; en este caso el que ha tenido que colaborar e ir conmigo todos los sábados a mis estudios, es el más pequeño”.
Estableció que esa casa de estudios llegó en el momento oportuno para beneficio de muchas personas que con el desarrollo de los programas educativos de la institución han recuperado su vida en toda la extensión de la palabra y les ha dado la oportunidad de fortalecer su vida personal con la formación que han recibido en esa universidad.
“Me considero ejemplo de lucha y tenacidad; mis vecinos se sienten contentos con lo que he logrado y también de que con la información y motivación que les he dado a otros, hoy varios de mis familiares y amigos son estudiantes de UPAV”, concluyó.
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