Todo, absolutamente todo le justificaban a Javier Duarte: propuestas, reformas y hasta disparates se lo pasaban como mantequilla. La mirada complaciente e interesada del presidente de la Junta de Coordinación Política siempre estuvo al servicio del gobernador fugitivo que hoy se esconde.
Juan Nicolás Callejas y su pandilla de compinches hacían la mayoría que les permitía planchar y maquillar las locuras del Nerón veracruzano. Serán recordados como traidores del pueblo de Veracruz; personajes oscuros que prefirieron su comodidad e interés que el bienestar del pueblo. Por eso los veracruzanos les dieron la espalda el 5 de junio; por eso perdieron, por traicioneros.
Estos duputadetes se prestaron como una prostituta a todos los abusos y barbaridades que se le ocurrían al gobernador en fuga. Los apellidos Callejas, Ortega Arteaga, del Ángel, Pola, Rodríguez, Garrido y muchos más pasarán a la historia de la ignominia.
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