Ahora esos que siempre gozaron de un buen convenio para lanzar alabanzas a Javier se sorprenden de la manera como manejó los recursos el prófugo gobernador; 3.5 pesos de cada 10 del presupuesto fueron desviados para comprar propiedades, para hacerse de un patrimonio sucio que asegurara para él un buen retiro.
¿A qué suenan las palabras de Javier Duarte dirigidas a su operador financiero Alfonso Ortega? «Tú sabes de donde viene el dinero», con esa desfachatez Duarte reconocía ante su lacayo, ante su cómplice que se estaba robando el dinero de los veracruzanos.
Sabemos que difícilmente se podrá recuperar todo el dinero que se robó Javier Duarte, mucho lo ocupó para engordar y luego para adelgazar, pero todavía le quedan bienes, propiedades que deben ser halladas y restituidas a sus verdaderos dueños. Queremos cárcel para Duarte y que regrese lo que se llevó.