Las imágenes lo decían todo, entre vítores y aplausos el regordete gobernador se paraba el cuello, se daba baños de pueblo y de burócratas, arengaba con su voz de pito que había recordado el compromiso hecho con la base trabajadora del gobierno de Veracruz, mismo que con la firma del presente reglamento se coinvertiría en palabra cumplida, «un sueño que por décadas estaba pendiente de lograr y hoy es una realidad».
Ese día, calificado como histórico por el propio gobernador Javier Duarte de Ochoa, se firmaba el Reglamento para la Formalización de las Relaciones del Personal de la Administración Pública Centralizada en el Poder Ejecutivo del Estado, documento mediante el cual se cristalizaría el sueño de miles de familias veracruzanas que durante décadas aguardaron por la seguridad social que una base laboral les otorga.
Otra mentira más, sólo fueron usados como ariete contra Miguel Ángel Yunes Linares para pasarle una factura económica que representaría millones de pesos y que se tendrían que pagar quincenalmente a trabajadores y aviadores del sistema duartista. Hoy, Flavino Ríos Alvarado, gobernador interino, decreta la falsedad de ese cochupo al publicar la no autorización de la basificación.
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