Filiberto Vargas Rodríguez / Ya en este mismo espacio se había comentado. Una de las primeras instrucciones del nuevo gobernador de Veracruz, Flavino Ríos Alvarado, fue acabar con cualquier estrategia que considerara incordiar o atacar al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.
La medida fue unilateral, por convicción de quien sustituyó a Javier Duarte. Es otra, sin embargo, la visión y la postura de Yunes Linares, quien no deja pasar oportunidad para cuestionar al gobernador interino.
“No me subiré al ring“, le aclara Flavino Ríos en una amplia entrevista concedida al periódico El Universal.
Ríos Alvarado es un político con amplia experiencia. Él mismo hace un recuento de su trayectoria en el servicio público y recuerda que ha sido diputado local por mayoría en dos ocasiones; secretario de Educación en dos oportunidades; dos veces subsecretario de Gobierno y dos veces secretario de Gobierno.
Esa experiencia le enseña que el tiempo que tendrá como gobernador de Veracruz es tan poco, que no se puede dar el lujo de perderlo en sostener confrontaciones de las que él ha sido ajeno.
En apenas una semana ya recibió al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para revisar los temas de inseguridad en la entidad, y ya fue atendido en la Secretaría de Hacienda, para buscar soluciones al otro tema prioritario: La falta de liquidez del estado.
Hábil en la retórica, Flavino Ríos aclara que él no mete las manos al fuego por Javier Duarte, pero aclara que no las mete al fuego por nadie. Niega que haya colaborado en una eventual fuga de su antecesor y aclara que están a disposición de las autoridades, tanto el personal de aeronáutica del gobierno estatal, como las bitácoras de vuelo de cada aeronave del estado.
Flavino Ríos tiene claro que su función es hacer que Veracruz avance, al mismo tiempo que sus colaboradores trabajan en la elaboración de los expedientes para una entrega transparente de la administración al próximo gobernador.
Admite que no habrá posibilidades de saldar todos los adeudos que se han acumulado, pero advierte que se avanzará lo más posible y quedarán bien documentados los compromisos con proveedores para que sean saldados en cuanto haya disponibilidad financiera.
Dice percibir un buen ánimo por parte de los veracruzanos y admite que la salida de Javier Duarte ayudó a reducir la presión política y social que se vivía en Veracruz. Lo suyo ahora, su responsabilidad, es generar las mejores condiciones para salir del atolladero en el que se encuentra metido el estado.
Gobierno de 24 horas los próximos 42 días. No hay otra fórmula. Puertas abiertas, diálogo permanente y compromisos concretos y claros con los diversos sectores de la sociedad, eso es lo que ofrece Flavino Ríos.
Mientras eso sucede, que Javier Duarte se encargue de atender los temas jurídicos que le atañen, y que Miguel Ángel Yunes Linares resuelva los suyos. Se trata de no perder el tiempo en grillas estériles y aportar esfuerzo y dedicación a la solución de los problemas urgentes de Veracruz.
La administración no ha cambiado gran cosa. Salvo el movimiento natural en la secretaría de Gobierno, o la sustitución del coordinador de Comunicación Social, todos los demás titulares de área son los mismos, aunque ahora con instrucciones muy claras respecto a lo que tienen que hacer para entregar de la mejor manera la presente gestión.
Hoy no está permitido fallar, pues no hay tiempo para corregir.
Todos deben trabajar con la mayor intensidad y eficacia.
Sólo así se podrá sacar a este buey de la barranca.
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