Es más, ni el presidente del PRI sabe dónde anda Javier Duarte, «si Yunes Linares sabe dónde está Duarte, que lo diga», dijo en su visita el día de hoy a la capital del estado de Veracruz. Si eso es cierto, será un duro golpe para la credibilidad del PRI, sería como mandar un mensaje a la sociedad veracruzana de que los priistas se tapan con la misma cobija.
Cómo es posible que con los equipos de inteligencia de la federación y con más de 200 miembros de élite cuidando las pisadas del gobernador alicaído, éste haya desaparecido sin dejar huella. Ese cuento nadie se lo cree. Urge que aparezca Duarte, pero más le urge al PRI.