Édgar Hernández* /
¡Segunda llamada, segunda!
Una nueva embestida contra el gobernador electo Miguel Angel Yunes Linares está por sucederse en las siguientes horas si no se llega a un acuerdo conciliatorio con el centro que basta ordene a la PGR abra una de sus carpetas de investigación ya integradas, para que se derrumbe el sueño yunista.
En paralelo, desde Bucareli, eventualmente podría salir una línea u orientación hacia el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde acredite que el clero indujo el voto en Veracruz el pasado cinco de junio, para que se invalide la elección.
Y es que cuando Miguel Angel Yunes Linares, ya crecido en su disputa con Javier Duarte, a quien empujó a una solicitud de licencia a 48 días del fin de su mandato, pensó que el siguiente paso sería “cimbrar a México” con presuntas pruebas que generarían un escándalo internacional es que se encendieron los focos rojos en Los Pinos.
Para la federación de cumplirse el sino de este atrabancado político opositor, abriría las puertas a una irrefrenable y quizás imparable carrera por la sucesión presidencial en donde la nueva bandera -¡Cárcel para el corrupto Peña Nieto!- colocaría a Yunes Linares como el idóneo candidato presidencial.
Y está bien que la meta de la dualidad PRI-PAN sea atajar a Andrés Manuel López Obrador a como dé lugar y de nuevo jugar a la alternancia con el PAN, pero ésta no deberá ser al ritmo y mandato propuesto por Yunes Linares ya mismo alentado por su grupo que detenta la tercera reserva electoral.
No se acaba de entender que la política es de acuerdos y que no puede pelear con el aparato.
“Cimbrar a México” en mucho recuerda a la otrora poderosa Elba Esther Gordillo cuando encaró al presidente Enrique Peña Nieto gritando: “Aquí yace una guerrera”, en alusión a su lápida mortuoria, mas no a la presión a donde sería llevada por atentar contra los intereses supremos del poder establecido.
En efecto, el 27 de febrero de 2013 la voz de “La Maestra” se quebraría.
Y no porque estuviera enterada de que protagonizaba su último acto público -¿Cómo podría saberlo?-, sino porque sentía la presión.
Días antes, el seis del mismo mes, se le haría muy fácil levantar el puño y gritar: “Ni amenazas ni nada me van a intimidar. Para morir nací. Quiero morir con un epitafio: aquí yace una guerrera; como guerrera murió”.
21 días después la “guerrera” fue acusada por la PGR de desviar al menos dos mil millones de pesos de los trabajadores en varias cuentas privadas. Y 12 días después, con 68 años a cuestas y 23 como dirigente del mayor sindicato de América Latina, pasó su primera noche en prisión.
No fue la muerte como creía: fue un movimiento político y judicial del gobierno de Peña Nieto que acabó con la carrera de Elba Esther “La Maestra” Gordillo Morales.
Hoy la historia podría repetirse a nivel más aldeano.
Empoderado Miguel Angel Yunes Linares se altera y amenaza. No le basta el derrumbe de su peor enemigo Javier Duarte, lo quiere sin fuero y en la cárcel ya que tiene información bomba en bóvedas de seguridad que habrán de “cimbrar a México”.
¿Cimbrar a México?
La sola expectativa abre un marco que erosiona a la de por sí deteriorada imagen presidencial.
Y es que después de la admonición, la opinión pública se ha encargado de interpretar la especie de que el gobernador Duarte entregó 2 mil 500 millones de pesos para la campaña presidencial del mexiquense y que con ello se armó lo que después sería el escándalo “Monex”.
¿Error de cálculo de Yunes Linares?
Tras la caída de Javier Duarte la semana anterior y el vitriólico y amenazador mensaje del choleño, se han venido sucediendo una serie de acciones que han puesto al borde del precipicio al “ya merito” Yunes Linares.
Sus dichos irritaron a la casa presidencial de tal suerte que emprendieron una serie de acciones que podrían culminar con una nueva elección que deje fuera a los Yunes.
La primera sería reconvenir al PAN para que Yunes Linares fuera advertido que estaba tomando un camino equivocado. Luego ordenar al Tribunal Electoral se mantuviera en suspenso y no entregara la última garantía que llevara a la gubernatura a Yunes y más tarde explicar a los aliados panistas que el acuerdo era la salida de Duarte dejando abierta y pendiente una carpeta contra el gobernador electo como “baraja de cambio”.
Las cosas, sin embargo, tomaron otro giro.
El más importante enemigo de Yunes Linares –más que Fidel y Javier- es su irascible carácter y apresuradas decisiones que lo están llevando no a la tumba, pero sí a la cárcel.
Yunes sabe cuan larga es su cola, sin embargo, se la juega. Apuesta al todo a nada a sabiendas que como buen negociador algo va a ganar. Sin embargo, si en las próximas horas no recula y se dobla ante el poder establecido, el aparato habrá de proceder.
Miguel Angel Osorio Chong ya tiene instrucciones. El Secretario de Gobernación no tiene amigos ni compromisos que no sean los del Presidente de México.
Ya por lo pronto está por sucederse este lunes el arribo del dirigente priista Enrique Ochoa, a tierras veracruzanas. Viene, literalmente a denostar a Yunes Linares exigiendo prisión inmediata por sus ilícitos que alcanzan los tres mil millones de pesos.
Mientras, Javier Duarte desde una de sus múltiples propiedades de la ciudad de México espera acudir –también este lunes- con Loret de Mola con grueso expediente incriminatorio –a nivel estatal y federal- contra Miguel y sus hijos (Omar, Miguel Angel junior y Fernando). Va a incriminar incluso a Sandra Ortega.
Y sea el TEPJF o la PGR, la instrucción está por darse para echar abajo la victoria electoral del pan-perredista.
Eso en el marco de la visita de Osorio Chong a Coatzacoalcos, para ver “asuntos de seguridad” cuando en realidad viene a hablar con el gobernador Flavino Ríos –cauto al declarar que entregará el gobierno a Yunes Linares una vez legitimado- sobre escenarios políticos futuros en caso del derrumbe yunista.
Osorio viene en avanzada de todo el gabinete federal que en los próximos días arribarán a Veracruz al rescate social y en busca del posicionamiento del PRI.
Del lado del cuartel de Miguel Angel hay incertidumbre.
Se ha deslizado en las últimas horas que podría haber noticias complicadas. Acaso por ello el propio gobernador electo se arropa adelantando lo que sería su gabinete.
Se afirma que si tumban a Miguel Angel habrá revuelta social, que se tomará Palacio de Gobierno, que se alzará el pueblo en marchas y manifestaciones, plantones tipo Peje cuando perdió ante Felipe Calderón…
Otras cosas más se dicen, incluso un inminente estallido social a sucederse desde Veracruz a toda la república.
Lo mismo que se adelantó cuando el cisma provocado por Elba Esther. Igualito cuando apresaron a La Quina y a Jonguitud, al igual que cuando se sucede el movimiento del 68… y cuando la “victoria” de Vasconcelos…
“Nunca te pelees con el aparato”, decía don Fernando. “El aparato mata”, sentenciaba.
No vaya a ser que el “¡Aquí yace un guerrero! se aplique al señor Yunes Linares.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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