En alguna ocasión alguien dijo «las pequeñas cosas que nadie ve, dan como resultado las grandes cosas que todo mundo quiere». El hecho de que 30 maestros afiliados al Sindicato Unificador Magisterial (SUMA) hayan podido dejar de cotizar en el SNTE 32, resulta a la vista de muchos una tarea pequeña. Sin embargo, es un gran precedente a nivel nacional para que miles de maestros sigan sus mismas pisadas.
No se debe subestimar este gran logro de los maestros de SUMA; muchos maestros han querido dejar de aportar el uno por ciento de su quincena a un sindicato que, sencillamente, sólo está de parapeto. Es un hecho que el SNTE a nivel nacional pasa por una crisis de credibilidad y confianza.
Su acercamiento con el poder oficial y su tibia defensa de los derechos laborales ha hecho que muchos maestros desilusionados busquen cobijo en otras siglas. Ni hablar, trabajo es empezar y los maestros de Orizaba ya comenzaron.
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