Dice el dicho español «A toro pasado todos somos Manolete», y es cierto, mientras está el toro de frente y amenazante con sus grandes pitones, sólo el valiente matador de toros le hace faena, mientras los demás solo se conforman con ver. Esto es lo que pasó con Joaquín Caballero Rosiñol, alcalde de Coatzacoalcos; mientras estuvo mamando de la ubre por la venia de Javier Duarte, se le hinchaba las manos de tanto aplaudir al “mejor gobernador de Veracruz”, según el propio edil porteño.
Sin embargo, ahora que ya pasó el peligro y que el peor gobernador de Veracruz está a días de salir de pelada, o rumbo a algún penal de alta seguridad. El “valiente” alcalde quiere aventarse unas faenas a la salud del aun mandatario. Ahora resulta que el alcalde y su también “valiente” Cabildo reconocen que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa retuvo más de 100 millones de pesos destinados a diversas obras proyectadas con recursos de este fondo en los ejercicios fiscales 2014, 2015 y 2016.
Bola de cobardes, eso es lo que son el alcalde y su agachado Cabildo, que no supieron defender ni reclamar lo que por derecho le correspondía, a su debido tiempo. Hoy que ya no hay manera de rescatar ese dinero, ahora sí, como cualquier simple villamelón, Joaquín Caballero Rosiñol reclama a toro pasado lo que no hizo a su debido tiempo, desde luego, por falta de arrestos.
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