Es cierto que causa mucho malestar el bloqueo de calles y carreteras; algunos llegan tarde a sus trabajos y los padres tienen que madrugar para que los niños lleguen a tiempo, antes de que cierren la puerta del colegio. Sin embargo, las peticiones de los maestros son razonables. El gobierno de Javier Duarte y su bola de maleantes se embolsaron el dinero, algunas fueron participaciones federales etiquetadas estrictamente para pagos de salarios y bonos magisteriales, ese dinero desapareció, nunca llegó a los bolsillos de los maestros.
Javier Duarte y su encargado de las finanzas se han llevado a los maestros en puras promesas, la orfandad en la que han dejado los líderes sindicales a los maestros es humillante. Por eso hoy los maestros, sin siglas y sin ninguna representación sindical, siguen exigiendo el pronto pago de sus prestaciones ya ganadas.
Por ahí algunos en las redes sociales opinan sobre el movimiento magisterial de manera timorata, sin comprometerse; otros piden que se manifiesten afuera de las casas de los funcionarios; hablan por hablar, la verdad es que la misma inconformidad de los afectados es una presión más para los encargados de este nefasto gobierno. O a ver, trabaje usted sin que le paguen, se quedaría cruzado de brazos o saldría usted a exigir su pronto pago.
Comentarios