Filiberto Vargas Rodríguez / – Si la construcción de tu proyecto para impulsar a Xalapa llamara la atención del PRI y ese partido te ofreciera la candidatura a la alcaldía en el 2017, ¿la aceptarías?
– No.
– ¿Por qué?
– Es obvio que la intención es buscar una opción viable, y que las propuestas que conjuntemos desde nuestra Asociación, se concreten. Hoy el PRI no tiene ninguna posibilidad de ganar la alcaldía de Xalapa, eso es lo que nos muestran nuestras propias mediciones.
Así de contundente, así de implacable es el diagnóstico que tiene Nicanor Moreira Ruiz, próspero empresario xalapeño quien desde hace varios meses trabaja a través de una Asociación Civil (“Nuestro Municipio”) en la elaboración de un amplio estudio de las necesidades más apremiantes de la capital del estado y las propuestas ciudadanas para resolverlas.
– ¿Qué opinas de Américo Zúñiga y de su labor en la alcaldía xalapeña?
– Ha hecho un buen trabajo, pero carga sobre sus espaldas la pesada losa de su militancia priista.
– ¿Cómo has percibido el ánimo de los xalapeños, en tus recorridos por las colonias de Xalapa?
– Hay hartazgo, hay un rechazo espontáneo a los políticos en general, se sienten engañados, utilizados, y no sienten que sus autoridades los estén apoyando. Yo he sido recibido porque no llevo ninguna camiseta partidista, porque soy un ciudadano que se ha puesto a caminar por Xalapa y a dialogar con la gente.
Nicanor Moreira ha decidido hacer una pausa en su actividad empresarial para trabajar por su ciudad natal, esa a la que su padre, don Venancio Moreira, le enseñó a amar.
No está comprometido con ningún partido político. Ha reunido a ciudadanos xalapeños que coinciden en el interés por mejorar la ciudad y a través de una organización independiente se han dado a la tarea, todos ellos, de elaborar un amplio y detallado diagnóstico de los retos que enfrenta Xalapa y buscar a especialistas y ejemplos de otros puntos del país y del mundo, para darles solución.
Entiende que para llevar a buen término sus propuestas será indispensable estar del lado de las autoridades, o incluso asumir esa responsabilidad. No piensa en la alcaldía como un fin, sino como un camino para lograr el principal objetivo de su iniciativa, que es hacer de este municipio un espacio sustentable, productivo, generoso y pacífico, que llene de orgullo a sus habitantes.
No tiene que ser él. Si hay alguien que tenga mejores posibilidades de triunfo y que incorpore las propuestas de la asociación a su proyecto, ellos habrán de apoyarlo. Lo que importa es Xalapa.
Llama la atención, sin embargo, la percepción de la baja calificación que muestra el PRI en Xalapa. La última victoria electoral de ese partido en la capital del estado fue con Américo Zúñiga Martínez en pos de la alcaldía, en 2013. Desde entonces para acá el PRI fue derrotado en las elecciones federales del 2015 (Xalapa Urbano) y en las elecciones de este año por la gubernatura y las diputaciones locales.
En la actualidad los xalapeños han demostrado que le tienen mayor confianza a representantes del sector privado que a políticos de carrera. Por la alcaldía han pasado personajes identificados con el sector empresarial, como Ricardo Ahued y David Velasco Chedraui. Ambos participaron por el PRI, pero fue en otro momento, en otras circunstancias.
Nicanor Moreira es un ciudadano preocupado por su entorno, que quiere participar y aportar su tiempo y experiencia para ayudar a su ciudad.
Hoy el PRI, sin embargo, no es el camino.
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