No es para menos pues Duarte se ha caracterizado por manejarse de manera deshonesta con otros partidos políticos, brindando un indebido apoyo para evitar que su archirrival, Miguel Ángel Yunes Linares, ganara la gubernatura de Veracruz, como lo fue en el caso concreto con Morena, partido del enemigo número uno del presidente Peña. Sin embargo, no hay que olvidar también las investigaciones que lleva a cabo la Procuraduría General de la República, quien ya tiene en la mira al que muchos consideran el peor gobernador de la historia de Veracruz.
Los escándalos de Javier Duarte están al día; la prensa escrita estatal y nacional no paran de mostrar los actos de corrupción del gobernador de Veracruz y su gabinete y, para acabarla de amolar, los noticieros en cadena nacional, como el de Loret de Mola, le dedican varios minutos al tema Veracruz; todo esto como parte de la crónica de una caída inminentemente anunciada.
Sin embargo, cabe remarcar, a los veracruzanos de qué nos sirve que lo expulsen del PRI, los veracruzanos queremos que lo metan a la cárcel, ver al gobernador que dejó en ruinas a unos de los estados más ricos del país en prisión y que la bola de ladrones que saquearon Veracruz regresen lo que se llevaron; eso sería lo más cercano a lo que conocemos como justicia.
