»Pero un día la fiesta terminó. Un día nos dimos cuenta que no éramos independientes y que esa hermandad tan promocionada sólo era una bastardía para aquellos que nos gobernaban. Un día nos dimos cuenta de la traición. Los traidores fueron nuestros gobernantes que sólo usaron el sentir patrio para explotarnos, para manipularnos, para derrocar nuestra voluntad e imponer la suya.
»Ese día nosotros agua de jamaica y gordas de frijol, mientras ellos en palacio jamón serrano, vino del Rioja y paella valenciana. ¿Dónde chingados dejaron la independencia? Ahí se quedó, arrumbada en un discurso arcaico que les impedía vender el país al mejor postor. Por eso había que olvidar ese discurso, por eso había que arrumbarlo en algún rincón olvidado, porque con ese discurso de independencia, cómo cláusula de contrato, era imposible vender el país». Para leer el artículo completo siga este enlace: https://libertadbajopalabra.com/2016/09/18/15-septiembre-dia-la-fiesta-termino/