Y si lo duda, cheque usted esto, se acuerda de la diputada María Belén Fernández del Puerto, aquella imberbe legisladora “conocedora plena de la historia de Veracruz”, sí, la misma que salió a declarar a los medios que «la violencia en el estado se había recrudecido por la llegada de Yunes Linares».
Pues resulta que, a pesar que José Raúl Ramos Vicarte, director del Registro Público de la Propiedad y Notarias, informó que hasta el momento la diputada local María Belén Fernández del Puerto no había presentado su examen como aspirante a ocupar una notaría pública.
Ahora se anuncia en la gaceta oficial con fecha 15 de septiembre del presente año la creación de dos notarias y la patente de aspirante la tiene precisamente la gris legisladora Fernández del Puerto.
Usted recordará que el secretario de gobierno Flavino Ríos Alvarado hace dos meses declaró que no crearían más notarias, porque ese era el compromiso del gobernador. Pues es mentira, sí hubo creación de más notarias y por lo menos una la regaló.
Ni la menor duda nos cabe que esta notaria es el premio a una diputada levanta dedos, por sus servicios tapeteros y abyectos. Su entreguismo al ya considerado el peor gobernante de Veracruz, los llevará a lo largo de su vida como la marca de Caín. Pobres aquellos abogados de carrera que sí merecían ocupar una notaría.