Juanga supo ser agradecido, antes de muerto pidió que sus restos descansaran en Ciudad Juárez, el lugar que fue testigo de sus inicios como compositor y donde sentó las bases que años más tarde lo convirtieron en un icono de la cultura popular mexicana.
Tomando en consideración la magnitud y lo que representa tener los restos de este artista, el Cabildo decidió nombrar el viernes a Alberto Aguilera Valadez «Hijo predilecto de Juárez», también dieron el nombre de Juan Gabriel a la Gran Plaza del Centro Histórico de esa ciudad. Puede usted imaginarse los tours turísticos para conocer el Noa Noa, la casa y la tumba del hijo predilecto de Juárez. Bien por Juanga.