Al parecer, algunos directores escolares del nivel de escuelas secundarias piensan que serán eternos en el puesto que ocupan. Hasta esta redacción han llegado quejas que señalan lo anterior. Por ejemplo, uno de los directores de los que más se han quejado los padres de familia es del maestro Fortino Melgoza González, director de la escuela secundaria General número 5.
Resulta que este maestro, en varias ocasiones es requerido por los padres de familia, la mayoría lo buscan para solicitar cambios de turno. No obstante que el director los solicita a determinada hora, éste los hace esperar hasta por cuatro horas afuera de su oficina, y en ocasiones sale abruptamente dejándolos con un palmo de narices. Lo que los padres de familia no saben es que este director, cada inicio de ciclo escolar, recibe una lista de casi un salón competo de recomendados de la sección 32, quitándoles el lugar que por derecho les corresponde a jóvenes que les tocaba el turno matutino.
Uno se pregunta por qué muchos directivos se enquistan en los puestos y no quieren salirse de la escuela donde saben que en cualquier momento los pueden rotar. Acaso será por los jugosos contratos con las refresqueras, las agencias de viaje y casas de uniformes. Lo que es verdad, y es un secreto a voces, es que muchos directivos reciben su mochada.
Que alguien le diga a este maestro que a los padres de familia se les debe tratar con respeto y dignidad. O caso ya se le olvidó como iba a llorar a moco tendido a Secundarias Generales para que no lo cambiaran. Que recuerde que sus padrinos pronto se jubilarán y que el nuevo gobernador no va a tolerar desplantes de divo y maltrato a los padres de familia. Ni hablar, cómo hay servidores públicos que piensan que son eternos en el puesto.
Por cierto, no estaría mal que los padres recuerden que existe una contraloría interna en la SEV, y que si ahí no les hacen caso, pueden presentar su queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Total, no está por demás.
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