Entre los plagiados está Miguel de la Madrid y otros 10 autores como Enrique Krauze, Diego Valadés y Jorge Carpizo. Su asesor fue Eduardo Guerrero Martínez, quien actualmente es magistrado del Poder Judicial de la Ciudad de México. Párrafos completos de libros de historia sirvieron para que el ahora presidente de México pudiera realizar su tesis de licenciatura, es decir, Peña Nieto robó la propiedad intelectual de muchos autores atribuyéndosela como propia.
Esta vez no podrá decir que es mentira, pues la biblioteca de la Universidad Panamericana conserva tres ejemplares de la tesis de Peña Nieto, una más se encuentra en la biblioteca de la UNAM. En un momento en que se cuestiona a los maestros y se les impone una Reforma Educativa que castiga la poca preparación, se descubre que Peña Nieto es un plagiario, un vil ladrón de ideas.