Desde luego que los gobernadores en turno le correspondían al Cacique romántico. Con Fidel Herrera era común ver a su hija Ruth Callejas, comisionada en la Secretaría Particular del gobernador, ganado un oneroso sueldo pagado por la SEV y otro por el Gobierno Estatal. Esta maestra ganaba tan bien que después con Javier Duarte y colocada en la oficina de Escuelas Particulares pudo darse el lujo de viajar al exótico y carísimo Dubái.
Su poder le ha permitido tener por más de 10 años a su hijo Pedro Callejas Roldán con dos comisiones percibiendo 80 mil pesos y su tarea consiste en la realización de «labores sindicales». El orgullo de su nepotismo no pasa desapercibido, Juan Nicolás Callejas Roldán, quien percibe un sueldo de 102 mil pesos, también le ha tocado estar pegado en la ubre del gobierno. De verdad que el magisterio veracruzano espera que el nuevo gobernador electo tenga los fueros suficientes para dar un manotazo en la SEV y saque a toda esta bola de vivales, incluyendo a los jefes de departamentos, que sólo sirven para hacer bulto.