El equipo de natación de los Estados Unidos arrasó en la alberca en estos Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, en total fueron 33 medallas, 16 de ellas doradas siendo el máximo ganador de esta justa. Sin embargo, las noticias también se dieron fuera de la alberca, donde cuatro integrantes de su delegación protagonizaron un escándalo que está dando la vuelta al mundo.
Ryan Lochte, Gunnar Bentze, Jack Conger y James Feigen afirmaron haber sido víctimas de un asalto a mano armada en la ciudad de Río de Janeiro el pasado 15 de agosto, después de celebrar su participación en los juegos olímpicos de Río 2016. Tras una larga fiesta en domingo, que se prolongó hasta muy entrada la madrugada del lunes, los atletas afirmaron que unos sujetos pararon el taxi en el que viajaban y les quitaron dinero, las acreditaciones y los teléfonos móviles.
Esta versión trascendió a nivel mundial y la policía brasileña inició una investigación. Sin embargo, los supuestos asaltados no acudieron a rendir su declaración y a dos de ellos, Bentze y Conger, se le impidió abordar su vuelo de regreso a tierra norteamericana. Ahora salen videos donde se desmiente esta versión, y en la cual se ven a los nadadores salir del baño de una gasolinera donde, según la policía, hicieron destrozos y por los cuales pagaron los daños.
En otro video, el de seguridad de la entrada de la Villa Olímpica, se pueden observar a los cuatros atletas ingresar ilesos y con sus pertenencias y en estado inconveniente por la noche de juerga. Con estas pruebas se cae la versión del atraco y, a la vista de todo el mundo, quedaron como unos verdaderos mentirosos. Tendrán que cargar con el título que le han dado en las redes sociales como medallistas de oro por borrachos y mentirosos. Un título nada honroso después de la demostración en la alberca.
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