Maryjose Gamboa / Acostumbrados a la barbarie, aprendimos desde hace mucho a resumir en cifras los errores y los horrores de un sexenio. Perdidos en un mundo de información, olvidamos que detrás de cada número hay una vida, una historia que debe ser contada y escuchada, una voz a la que el dolor desgarra.
Durante varios años en este espacio, hemos detallando el número de víctimas de desaparición forzada o involuntaria que se registran en Veracruz aunque la autoridad los niegue, los entierre y los olvide, la lucha de sus familias por recuperarlos, y el dolor y la angustia de saberse solos en la batalla… Pero hoy, ante el dolor de miles de madres y padres que escarban centímetro a centímetro kilómetros de tierra buscando a sus hijos, debatiéndose entre la desesperación de volverlos a ver aunque sea sin vida, y la esperanza que no sean ellos, no encuentro las palabras precisas para describir el infierno que viven, por lo que serán ellas mismas quienes lo narren. Aquí sus voces…
Enojadas, indignadas, con ese dolor que les atraviesa el alma pero que las mantiene erguidas, las madres veracruzanas que conforman el Colectivo Solecito le reclaman al Fiscal General de Duarte, Luis Ángel Bravo, que mienta, que diga que son 6 cuerpos en algunas fosas, y no 60 en 38 fosas los encontrados en donde les dijo que no había nada, que no buscaran. Él no entiende, él no piensa, él no siente, él no dimensiona lo que para ellas significa que insista en que sus hijos simplemente no existen ni existieron porque reconocerlos sería terrible para la “imagen” de Javier Duarte.
La entrevista concedida a la XEU por la señora Lucía Díaz, madre del famoso DJ desaparecido hace cuatro años, describe parte de lo que enfrentan, del camino de cruces que “viven” quienes tienen que hacer el trabajo que la fiscalía no quiere, no puede, y no le interesa hacer:
“Lo que tenemos es indignación porque él no se ha presentado con nosotras, hay ciertos temas puntuales que puedo mencionar. Son 38 fosas POSITIVAS todas, nosotras vemos si hay algún elemento óseo, y ya se da noticia al fiscal que está con nosotras, y entonces se le entrega la fosa. En todas nosotras hacemos primero una observación y luego se le entrega, PORQUE NOSOTRAS SOMOS LAS QUE ESTAMOS CAVANDO… Lo que no tenemos certidumbre es el contenido total porque en algunas hemos encontrado hasta seis personas… Lo que sucede con el Fiscal es que él se ha mantenido en SU TORRE DE MARFIL y no se ha molestado en venir con los SERES HUMANOS QUE REQUIEREN DE SU TRABAJO COMO PROCURADOR DE JUSTICIA…. Así no se puede hacer justicia, la Fiscalía NO ORGANIZÓ LA BUSQUEDA, la Fiscalía ha estado colaborando de una manera bochornosamente mínima. Nos ponen a dos o tres ministeriales y nos llevan un refrigerio que puede ser un sándwich sin refrescos, y a eso, ellos le llaman participar… Tal vez el Fiscal no sepa mucho de anatomía humana si él dice que son seis, si él se acerca a nosotras con gusto le mostramos lo que es un brazo, lo que es un cráneo, etcétera”. http://www.xeu.com.mx/nota.cfm?id=846365
Entrevistada para este espacio la señora Lourdes Rosales, a quien le fueron arrebatados su hijo y nuera hace tres años, y quien después de presentar la denuncia fue extorsionada presuntamente por los mismos agentes ministeriales encargados de investigar el caso, señala:
“No he podido ir a la búsqueda ahora porque tengo dengue, sólo cooperamos nosotros con dinero, con aguas y con cosas para ellas, pero es cierto que han encontrado restos humanos que se los está llevando la policía científica porque aquí los de la Fiscalía no tienen ni cómo hacer la prueba de ADN… Esa fosa, la de Colinas de Santa Fe, ya había sido abierta porque vino SEIDO, y nada más sacó 4 osamentas de las cuales no hemos tenido resultados, se fueron y dijeron que no había más… El 10 de mayo una persona, que no sabemos quién fue, filtró unos mapas, señalaba donde estaban las fosas, varias compañeras fueron a investigar y ahí estaban las fosas, el Fiscal no quería que fuéramos para allá porque decía que ya habían revisado y no había nada, pero vinieron otras personas de Iguala que fueron las que nos ayudaron, y encontramos una tras otra, tras otra, y la Fiscalía no quiere aceptar eso… Hace quince días teníamos la reunión con él y ni siquiera se presentó”.
Otra madre de familia más, cuyo nombre prefiere que no sea revelado porque asegura haber recibido amenazas directas de agentes ministeriales dijo que la Fiscalía no sólo miente en cifras, ni en la supuesta “cooperación” que brinda a los Colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, también en la supuesta protección que les brinda:
“Es pura pinche mentira, para empezar no dan nada, ni herramientas ni agua vaya, y para acabar esos tipos están ahí (los agentes ministeriales) para fotografiarnos y exponernos a nosotras, para informar a “otros” de lo que se va encontrando… Claro que tenemos miedo, pero yo quisiera preguntarles a ellos ¿Qué estarían dispuestos a hacer por volver a ver a una hija o a un hijo? No queremos que nos maten, pero si antes de morir podemos mirar aunque sea el cuerpo de nuestros hijos, pues vale la pena el riesgo”.
Esta es la realidad que el gobierno de Javier Duarte oculta, víctimas que nadie cuenta, que nadie busca, que a nadie le interesa recuperar vivos o muertos, porque la simulación se impone a la responsabilidad, a la legalidad, y a la humanidad.
Sus historias, sus luchas, sus voces, su dolor, su valor, su entereza, y su inmenso amor, son el verdadero retrato de un sexenio, de un sistema, de un gobernante, de un fiscal, que serán recordados para siempre por el olor a muerte, a miseria, a perversidad, a injusticia, y a impunidad, que han dejado a su paso.
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