En el libro de primero de Geografía, en el cuarto bloque donde se trata el asunto de los elementos económicos del país, se menciona que uno de los obstáculos, para que México crezca y se ponga a la par con otras naciones, es que el país azteca basa su economía en el petróleo. Desde 1970 el Gobierno Federal le apuesta a la “petrolización”. Desgraciadamente, 40 años después los funcionarios federales siguen en las mismas.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo que la propuesta económica para 2017, y que el gobierno federal presentará en septiembre al Congreso de la Unión, será conservadora. «Será un presupuesto de egresos que parta de un escenario conservador en materia de precios de petróleo, tasas de interés y crecimiento económico. Creemos que dados los riesgos que representa la economía internacional, debemos de ser muy prudentes».
Prudencia es lo que pide el secretario de Hacienda, no sería mejor transparentar en el manejo de los recursos de la pareja presidencial y de los mismos funcionarios, que viven como sultanes. El seguir empeñados en basar el crecimiento económico en el petróleo, es una de las tonterías más grandes. En estos momentos sale más caro un cartón de cervezas de cuartito que un galón de petróleo mexicano.
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