Pues no se ve la medalla en el horizonte olímpico de la delegación mexicana. Tampoco es cosa de asombro. Vale señalar que los deportistas que asisten a los Juegos Olímpicos de Río 2016 han tenido que lidiar con los problemas entre delegaciones, la falta de presupuesto y hasta el incumplimiento de las becas prometidas. México le apuesta muy poco al deporte como a la cultura.
Extraña que los mexicanos no nos hayamos acostumbrado al pobre desempeño de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos; llama la atención que todavía exista en el colectivo de los mexicanos la idea de que México puede regresar con algunas medallas. Por supuesto, el problema no son los atletas, muchos de ellos le ponen todo el corazón a su deporte.
Sin embargo, es difícil competir con atletas de otros países cuyos gobiernos invierten un buen presupuesto para su desarrollo, aunado a ello existen también las marcas patrocinadoras que apoyan con estímulos a muchos de esos atletas.
Durante muchos años, el mal desempeño de los Juegos Olímpicos se debía al mal manejo de Mario Vázquez Raña en el Comité Olímpico Mexicano. Ya no está Vázquez Raña, pero sus herederos se siguen peleando su puesto. ¿Cuánto mal hizo ese señor al deporte en México que hasta muerto sigue haciendo daño?
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