Nada más lejos de la realidad de un funcionario al que muchos han señalado de estar falto de estabilidad mental y emocional, pues se le olvida que, para generar empleos, la inversión privada es fundamental; al basificar a personal del poder Ejecutivo, sólo se estaría engrosando la ya de por sí apretada nómina gubernamental, que durante el sexenio del gobernador cordobés sufrió varios retrasos en pagos tanto de salarios como de prestaciones, y ya ni se diga de los recortes y el programa de retiro voluntario que implementó a inicios de mandato.
Dice Javier Duarte que en su gobierno «respondemos así, con empleos para miles de familias veracruzanas que sea por el bien de Veracruz, que sea por el bien de México», y lo dice un funcionario que a lo largo de su administración generó más desempleo y que nada más se preocupó por el bienestar de su familia y la de los miembros de su gabinete, muchos de ellos señalados por actos de corrupción y de enriquecimiento ilícito.
No hay justicia en este hecho, como nunca lo hubo en ninguna de sus propuestas que lanzó a sus cómplices diputados; sólo jugó con el sueño de miles de trabajadores, que acudieron hoy al MIX, que piensan que les tocará una base, ésas ya están repartidas y no precisamente por la clase trabajadora, que día a día se esfuerza por cumplir con su labor. Esas plazas son para miles de vividores que quieren seguir pegados a la ubre y que nosotros como ciudadanos tendremos que mantener.