La lesión lamentablemente también es parte del deporte. Los deportistas de alto rendimiento entrenan muchas horas al día para mejorar su técnica, tienen profesionales que cuidan su dieta, sus rutinas de calentamiento y de entrenamiento, el control de sus medicamentos, pero ninguno puede prevenir una lamentable lesión como la ocurrida en el primer día de competencia oficial de los juegos de Río 2016.
El gimnasta francés Samir At Said fue el protagonista de esta impactante escena que silenció por completo la sede oficial de la disciplina de gimnasia en la prueba por equipos. Cuando Samir realizó su salto de caballo, logró gran altura, sin embargo, al caer, su pierna izquierda no logró el soporte necesario para resistir el peso de su cuerpo, provocando una aparatosa fractura.
La pierna prácticamente se quebró, la cara de los jueces que ven la gravedad del accidente lo dicen todo. En ese momento, en la Arena Olímpica de Río de Janeiro el silencio se presentó, nadie daba crédito de lo que acaban de ver. Los demás competidores se veían conmocionados, afectados los compañeros de equipo de Samir At Said. La televisora prefiere no sacar a cuadro la angustia del deportista galo.
Aún no hay reporte oficial de la lesión, sin embargo, no cabe duda que se trata de una fractura de tibia y peroné. Será una larga recuperación para este gimnasta, quien abandona un sueño que le costó sangre sudor y lágrimas, pero sobre todo, mucho dolor. Ni modo, desgraciadamente la lesión es parte del deporte y hay que aprender a vivir con ello.
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