Después de la fotografía que apareció en varios medios, entre ellos Notiver, donde se observa a Javier Duarte como un imberbe adolescente con brackets, muchos veracruzanos ya andan preocupados, no saben si el gobernador tiene la mordida cruzada o muy abierta. Algunos se atreven a decir que a lo mejor al gobernador apenas le está saliendo la muela del juicio, por eso de sus malas decisiones poco juiciosas.
Otros más señalan que es muy probable que el Ejecutivo estatal tenga una sobremordida, por aquello de que pretendía cobrar otro sobre emplacamiento. Todavía los más avezados creen que después de la banda gástrica, el Ejecutivo quiere lucir más sexy.
Sin embargo los más atinados creen que los frenos que luce el gobernador Javier Duarte tienen doble intención: por un lado para enderezarle los dientes y la otra es para que ya no habrá tanto la boca, y así deje de decir tantas sandeces.
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