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El Final del Sexenio o La Caída de un Régimen

Jorge Flores Martínez / Javier Duarte se encuentra cada día más solo en su propia desesperación, pensó en todo momento que Peña Nieto se mantendría al margen. En su estrategia final no comprendió que en Los Pinos pasaron de la molestia que les representa a encontrar que su caída significa una utilidad política en Los Pinos. Javier en su necedad crónica se convirtió en la moneda de cambio perfecta, él solo personifica en gran medida todo lo corrupto y podrido en México, ahora se pelean el trofeo que significa su caída.

Es claro que Duarte no es todo y mucho menos es el único, pero muchos de sus iguales saben que entregarlo es apaciguar por un tiempo el sentimiento de indignación generalizado en la sociedad, así que pondrán a los medios a trabajar y transmitir reportajes de las redes de corrupción en Veracruz, llamarán a expertos en finanzas públicas a explicarnos el desfalco ocurrido y la quiebra financiera total, pasaran por los estudios de los mayores medios nacionales expertos en seguridad y nos expondrán los nexos con la delincuencia organizada y el nivel de colusión de las fuerzas de seguridad local con algunos de los cárteles más poderosos y violentos del país.

Concluirá a unas  semanas del final del sexenio con la procuradora de la república en un carrusel en todos los programas de opinión más importantes para advertirnos que las investigaciones llevadas a cabo desde hace años se han traducido en la integración minuciosa de expedientes que resultan en hechos delictivos y éste será el momento que desde el PRI se consume su expulsión como militante.

Tendrán a su presa herida y solo se aprestarán a seleccionar el arma para abatirla, puede ser contundente y total o tan solo escogen una resortera para simular como siempre una justicia negociada por el bien de la gobernabilidad nacional, después de todo las redes de complicidades e impunidad no inician ni terminan con Javier Duarte.

Pero Javier Duarte no llegó solo a este punto de no retorno, de alguna manera hubo cientos de mensajes que le enviaron durante los últimos años, algunos cifrados y otros perfectamente claros que no permitían otras interpretaciones. El último mensaje de Los Pinos a Javier Duarte es contundente y es una pena que no hayan dado aviso de recibido desde Casa Veracruz. El mensaje es, o eres tú o vamos por tus familiares cercanos. Peña Nieto arrojando la última red de salvación y en Casa Veracruz responden con una declaración patrimonial absurda y la intención tramposa de presentar su 3 de 3, que desde la Ciudad de México le refrendaron que por ahí no era. ¿Acaso no había entendido el mensaje o se lo explicaban con dibujitos?

Hasta hace unas semanas el paquete que le ofrecían desde Los Pinos era la entrega de algunos de sus colaboradores cercanos y su renuncia como gobernador antes de las elecciones para permitir participar a Héctor Yunes con más libertad, pero necio como siempre y mal asesorado como nunca, decidió jugar a todo por el todo. En su desesperada jugada pensó que podía evitar que ganara Miguel Angel Yunes. Es en este momento que sus asesores le debieron decir que era hora de sentarse a negociar, el juego había terminado, la paciencia presidencial tenía un limite, él ya la había rebasado hace mucho tiempo, los agravios acumulados desde la fidelidad eran grandes, algunos imperdonables y todos se le sumarian a él.

Ahora seguramente se encuentra en Casa Veracruz o en Houston exigiendo a sus colaboradores cercanos que elaboren un decreto para modificar la ceremonia de entrega del poder que le permita enviar a un tercero al acto protocolario y evitar presentarse a cualquier costo.  Es demasiado tarde, todos dan por descontada su presencia.

Fidel ya lo negó y Javier no comprendió el mensaje cifrado, lo que Fidel le dijo es que como Judas ya lo entrego y no precisamente por unas monedas, lo pactado es la tranquilidad de su familia y de él mismo, no es casualidad que como arriete de presión en esos días en la prensa nacional exhibieran a Fidel hijo como cónsul en Vancouver, Cánada, cuando tiene meses su nombramiento.

Así que desde los Pinos ya le dictaron sentencia, la decisión es de Javier y la respuesta que esperan en la Ciudad de México es una salida política. Ingenuos, se nota que no hay un solo veracruzano en el circulo cercano del Presidente de la República, Javier no puede responder políticamente, por el simple hecho que no es político y además porque su caída beneficia más a los fieles que al propio Miguel Angel Yunes.

Así que Javier Duarte aun, al día de hoy tiene la decisión de finalizar un sexenio o de encabezar la caída de un régimen.

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En otras cosas, lo ocurrido con Lady Gucci en Santiago Tuxtla solo demuestra que algo esta podrido en nuestra clase política. Inadmisible e inaceptable que seamos testigos de estos desplantes grotescos e insultantes de nuestros políticos, ya no se trata de que tengan sensibilidad social, ya es inteligencia y buen gusto lo que nos quedan a deber.

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