El desilusionado usuario tuvo que vivir un calvario para que recuperar su dinero: «A lo largo de 23 semanas, no hubo poder humano (ni la ejecutiva de cuentas, ni el gerente de la sucursal, ni la gente que atiende por teléfono, ni nadie) que pudiera explicarme cómo iba mi caso y por qué razón incumplías una y otra vez la fecha límite para resolverlo. El gerente se frustró tanto, al no saber cómo resolver mi asunto, que me recomendó ACUDIR A LA CONDUSEF ¡para pedir la protección del gobierno contra tus abusos! ¿¿¿Te imaginas??? Antes no me pagó de su bolsa, el pobre… moría de pena e impotencia».
Ya en otra relación Rodrigo Yiyo le dice a Banamex: «Por todo esto, y más, me voy… y debo confesarte que ya estoy feliz con otra. Insisto, a lo mejor no eres tú, soy yo… pero espero que haya muchos como yo, para que esta experiencia te ayude a mejorar».