De acuerdo con Rodrigo Barros, jefe de la Unidad de Política de Ingresos Tributarios de la SHCP, «ya estamos muy cerca del techo de esa banda (de tres por ciento), de modo que se pueden descartar aumentos para el resto del año». Sin embargo, no descartó la posibilidad de alguna modificación (ya sea para a la baja o al alza), pues como ya es sabido, estas variantes no dependen del mercado nacional, sino de factores internacionales.
Cabe señalar que, a partir del primero de agosto, los precios de la gasolina y el diésel tendrá un alza del tres por ciento, quedando de la siguiente manera: la Magna tendrá un costo de 13 pesos con 96 centavos por litro, mientras la Premiun costará 14 pesos con 81 centavos. Para el diésel, el precio se ajustó en 13 pesos con 77 centavos.
Este gobierno nos ha dejado varias lecciones importantes; la mayor es sin duda alguna la de desconfiar en las promesas que le hacen al pueblo. Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, puntualizaba que los mexicanos deberían acostumbrarse a las variantes del precio de la gasolina, pues en un mercado internacional, éstos siempre presentan modificaciones; ahora, el gobierno debe acostumbrarse también a que el pueblo dude de sus compromisos, pues los políticos cambian de parecer tanto como cambian de calzones.