Édgar Hernández* /
¡Veracruz y su gobierno están fuera de control!
Es imparable la escalada de denuncias contra Javier Duarte y su gobierno.
Uno a uno están cayendo.
Mientras sus amigos del alma ya se fueron, los aliados colmaron sus talegas y huyeron, y los fieles -Ginos incluidos- hoy hablan pestes de quien les dio cobijo y enriqueció de manera desmesurada.
Es tal la embestida contra el gobernador Javier Duarte que ya ni siquiera por el twiter puede gobernar. Apenas aparece y el chubasco se le viene encima. No puede atrever un juicio de valor porque lo arrastran con la crítica hasta quedar inscrito entre los “20 políticos más corruptos en la historia de México”.
Vaya honor.
Mientras Miguel Angel Yunes Linares, no pierde oportunidad de destruirlo en ese día donde -unos por acomedidos, otros por malévolos y los más por congratularse- le llevan carretadas de información confidencial en torno a las rapacerías cometidas por este agonizante gobierno fallido.
Este martes 19 pasa a cuchillo el Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita a quien Miguel Angel Yunes Linares le pega hasta con la cubeta.
El gobernador electo, cual solemnidad impone, lo encuera -a él, sus hermanos y hasta su mamá- en negocios multimillonarios presentando pruebas contundentes e irrefutables, aunque habría que recordar que ya de meses atrás lo había denunciado como parte del crimen organizado exigiendo su cese inmediato y se procediera a investigarlo.
“La única explicación es la que siempre he sostenido: En Veracruz la delincuencia está dentro del Palacio de Gobierno y fuera del Palacio de Gobierno”, dijo en campaña Yunes Linares.
Hoy, en continuación a la historia de denuncias, Yunes Linares corre el maquillaje de los negocios del aun Secretario de Seguridad Pública, quien un día Duarte declaró que primero se iba él que despedir a Bermúdez Zurita.
En conferencia de prensa, el gobernador electo muestra documentos que confirman las muchas empresas que pertenecen a Arturo Bermúdez Zurita, teniendo como socios a Roberto Esquivel Hernández, Miguel Ángel Bermúdez Zurita, María Guadalupe Bermúdez Zurita, Carolina Bermúdez Zurita, Jesús Bermúdez González entre otros.
Las empresas en las que está asociado el secretario de Seguridad Pública son vastas y diversas e incluyen hoteles en Playa del Carmen, bares, antros, empresas de asesoría de seguridad, empresas de servicios de seguridad.
Yunes Linares mostró además algunas de las muchas propiedades que tiene Bermúdez Zurita y sus socios.
El gobernador electo señaló además que entre la lista de acreedores que entregará la Secretaría de Seguridad Pública a los diputados en el Congreso para que se les incluya en el beneficio de pagar con el 3% a la Nómina, están 71 millones de pesos que se le pagarían por servicios desconocidos a Roberto Esquivel Hernández, socio principal de Arturo Bermúdez Zurita.
Con ello le tira el negocio a Bermúdez y de paso le pone una raya más al tigre.
Notable además que Yunes Linares, durante su conferencia de prensa, hable de ese valor personal que guarda para seguir con esas investigaciones, aunque en ello le vaya “en juego la vida”.
Temeraria esta última afirmación si recordamos la piedra que pasó a centímetros de su cara hace 19 días, el pasado 30 de junio, cuando los mercenarios de Cesar del Angel estuvieron a un tris de lincharlo.
La misma diputada electa Maryjose Gamboa refiere esa aviesa intención de localizado grupo de poder en el gobierno de tomar la vida de Miguel Angel Yunes, todo como consecuencia de los graves y muy peligrosos intereses que está tocando el mandatario entrante.
Es la disputa de la plaza que nomás no quiere soltar Fidel Herrera y su grupo de interés. Son las ligas criminales con las mafias del poder, del crimen y los lazos con la corrupción. Es el aferrarse el grupo saliente a un poder que ya perdieron pero que buscan retener a la mala.
Consecuentemente es momento de reiterar el llamado de todos los sectores de opinión de Veracruz para que la federación intervenga y ponga fin a tan violenta y arrebatada disputa.
Y es que de otra suerte no queda más que acudir a Dios o algún ser supremo para que nos haga el milagro y permita que Miguel Angel Yunes Linares llegue vivo al uno de diciembre ya que la entidad está muy caliente de cara a un gobierno que agoniza, pero que en sus estertores da coletazos mortales.
En realidad es ese algo va a pasar… Eso que está en boca de todos.
La belicosidad está desbordada de ambas partes mientras ocho millones de veracruzanos de hinojos observamos, nos resguardamos en la medida de los posible para que no alcance a nuestras familias o nuestros seres queridos. De hecho quienes nos dedicamos a opinar el quehacer político cotidiano ya no queremos escribir ante persistentes llamados y amenazas.
Y es que Veracruz vive un estado de confusión parecido al de una guerra civil.
Quien esto escribe testigo de la insurgencia en centro y Sudamérica, el terrorismo en Europa y la guerrilla del desierto en una parte de Africa, con los “saharauies”, tiene más que comprobado que cuando se capitula el perdedor se transforma en una fiera herida de muerte.
Ejecuta venganzas a diestra y siniestra, bota el dinero por ríos en aras de una salvación de última hora y termina huyendo dejando una estela de violencia y muerte, de sangre y dolor; de postración y coraje social.
Y eso no lo queremos los veracruzanos.
Alguien tiene que parar esta guerra sin cuartel que tiene postrado a todo un pueblo noble que desea de manera ferviente el regreso de la paz social acompañada de un aliento de esperanza.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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