Se basifica la corrupción

Javier Duarte de Ochoa
- en Opinión

Édgar Hernández* / 

¡Duarte se niega a entender que el poder es prestado!

La clase política afín a Duarte sigue sin entender que en unas semanas más todas sus balandronadas y traiciones a los veracruzanos les serán cobradas una a una por Miguel Angel Yunes Linares que en el día a día toma nota.

A Javier Duarte y sus diputados les ha advertido juicio político y cárcel, al arrogante Fiscal General, Luis Angel Bravo no solo quitarlo, sino fincarle responsabilidades, al gabinete saqueador prisión y vómito negro, a los cárteles quitarles el control y al PRI acabarlo de matar.

La última faena que le acaban de hacer, a capricho expreso de Duarte al basificar a más de 10 mil aviadores e incondicionales del régimen, no es más que una raya más al tigre.

Es buscar a como dé lugar fastidiar al gobernador Yunes Linares a 138 días con 9 horas y 53 minutos de que asuma constitucionalmente el cargo.

Esos rabiosos legisladores salientes que se acusan de amenazados por Miguel Angel, sabrán lo que es amar a Dios en tierra de indios en donde lo menos que les espera es el exilio, si no es que la persecución y cárcel.

Y es que ya sin fuero todo será pretexto para que les finquen responsabilidades ministeriales.

Igual sucederá con aquellos mandos medios responsables de la seguridad pública, hoy dueños de la vida de los veracruzanos, pero ya sin poder… ¡a correr se ha dicho!

La misma receta habrá de aplicarse a esos raterazos que tienen cuartos llenos de dinero en efectivo que se llevaron de las arcas públicas, cuyas mansiones serán cateadas por autoridades federales y estatales en unas semanitas más.

Y si los 7 mil o diez mil aviadores piensan que ya la tienen segura, la tendrán que pensar de nuevo ya que la carga al erario no dará para pagarles esos mil 500 millones de pesos al año adicional a la nómina estatal que este día les regala Duarte por decreto.

Y, por supuesto, Yunes Linares, gobernador, bajo ninguna circunstancia permitirá esa basificación de aviadores a quienes Duarte premia de manera momentánea por “su incondicionalidad ya que es un atraco que no lo vamos a permitir”, ha dicho el incontenible mandatario entrante quien agrega:

“Al aprobar esta reforma, Duarte y sus sujetos pueden ser sujetos de Juicio Político ya que incurrieron en actos que lesionan los intereses públicos de Veracruz y lastiman a casi 8 millones de veracruzanos (…) Como consecuencia este grupo de delincuentes pudieran ser inhabilitados hasta por 10 años”.

Y lo que son las cosas, aun no salía adelante la basificación cuando ya empezaban a cotizarse las nuevas plazas en 100 y 150 mil pesos.

Lo que la nueva burocracia basificada no sabe es la imposibilidad de pagar cuando el gobierno debe más de 130 mil millones de pesos, cuando se desviaron 35 mil millones de pesos, cuando el propio Javier Duarte está bajo sospecha por saqueo de 50 mil millones de pesos.

“Hoy se basificó la corrupción y nosotros le quitaremos la base a la corrupción de Duarte; lo de hoy no es definitivo, apenas comienza esta historia y no terminará bien para quienes aprobaron la basificación”, advierte el gobernador que está a semanas de llegar a Palacio.

Señalo que son 15 mil los aviadores que se basificaron… “Se trata de un robo transexenal Duarte no ha quedado satisfecho con lo que ha robado en este periodo ni en el periodo de Fidel Herrera“. Expresó que el Juicio Político contra los legisladores que aprobaron la basificación se presentará al iniciar la próxima legislatura.

Y si eso es lo que advierte el ofendido es porque habrá de cumplirlo ya que no tiene de otra. Duarte lo ha dejado atado de pies y manos… y este que no es nada dejado.

El Duartismo no ha querido entender que vienen tiempos difíciles para ellos. Que no solo se extinguirá esta funesta corriente política, sino que será perseguida hasta su exterminio.

El “valiente” de Jorge Carvallo, quien hoy lo insulta vendrá de rodillas a pedir perdón; esos que tiran la piedra y esconden la mano habrán de quedarse mancos, y los de doble moral tendrán su merecido.

Y vale precisar, esa no es tarea del llanero solitario. Lo dice el libro de la política.

Es lo que sucede cuando se da una alternancia o cambio de grupo en el poder. Así le sucedió al gutierrebarrismo perseguido por Dante cuando se quedó encargado del changarro y en mayor proporción cuando el propio Don Fernando fue despedido de Gobernación por Carlos Salinas y sus seguidores perseguidos por el chirinismo hasta llevar a algunos a prisión –como a Dante y secuaces-.

La misma persecución que sufrió Salinas cuando el presidente Ernesto Zedillo llevó al “hermano incómodo”, Raúl Salinas de Gortari a la cárcel y tantos ejemplos más que no ven quienes detentan el poder.

Javier Duarte sigue aferrado inventando cosas.

Todos los días busca amargarle la vida a quien cuando llegue se las va a cobrar una a una. Nunca quiso ni quiere entender el hoy desmantelado gobernador que el poder es transitorio.

En alguna ocasión, allá por abril de 1989, el titular de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios mandó llamar al máximo líder magisterial Carlos Jonguitud Barrios, quien había gestado tamaña traición para hacer perder la Presidencia a Carlos Salinas entregando el voto petrolero a Cuauhtémoc Cárdenas.

El viejo sabio le pidió al procer magisterial dejara la dirigencia a las nuevas opciones, a lo que el potosino respondió airado que no era incumbencia del gobierno federal meterse en la vida sindical del SNTE y “porque además yo fue electo líder vitalicio”, le espetó enrojecido de coraje.

Don Fernando timbró en la parte inferior derecha de su escritorio tras lo cual cinco auditores y dos ministerios públicos hicieron su aparición mostrando de manera documental todas las raterías cometidas bajo su mandato, al tiempo que don Fernando le decía: “Maestro, váyase por las buenas y entienda que el poder es prestado”.

Jonguitud con la cabeza gacha acepta mientras que en un aparente acto de generosidad el responsable del gabinete le pide “sugiera” quien podría relevarlo, a lo que el destruido líder le adelante que su mejor legado sería Elba Esther Gordillo.

De nuevo el secretario de Gobernación timbra y deslumbrante aparece la maestra quien con ceñido traje de dos piezas ni siquiera se atreve a mirar a su mecenas, solo flota. Saluda a don Fernando y de su maestro solo atreve un mohín: “¡Si te vi, ni te conozco!”.

Eso pasa a Javier Duarte y a los duartistas: están hasta el cuello de lodo y le siguen mentándole la madre a Miguel sin darse cuenta que su tiempo se acabó.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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