La gran mayoría de los veracruzanos estaría de acuerdo en que Javier Duarte dejará Palacio de Gobierno pidiendo licencia para retirarse del cargo de gobernador. Seguramente la gente saldría a las plazas públicas para celebrar la caída de este dictadorzuelo de pacotilla. Sin embargo, hay que tener cuidado. En una de esas, mientras estamos celebrando, el señor toma un avión a Barcelona y busca refugio con su creador Fidel Herrera Beltrán.
O a lo mejor toma un avión a Costa Rica, donde se está viendo tiene muchas propiedades su pupilo Vicente Benítez, quien pudiera ser un prestanombres. O quizá tomé un vuelo a los Estados Unidos, a Phoenix, Arizona, donde tiene varias propiedades inmobiliarias en el Scottdale Country Club. El caso es que no hay que dejar que huya. Lo mejor sería que desde ya le pongan una vigilancia estrecha para que el señor no huya.
Muchos son los que quieren que deje el cargo de gobernador, pero para que vaya directo a la cárcel. Igual le deberían practicar de inmediato un arresto domiciliario en Casa Veracruz, la residencia de los veracruzanos que pensaba donar, como si él la hubiera edificado. ¡No hay que dejar que huya!
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