En aquella ocasión se le acusó de incurrir en presuntos actos de prepotencia, intimidación y afectar los derechos laborales del personal docente, administrativo y de apoyo. La maestra Guzmán Hernández presumía su cercanía con los mandones del sindicato; pues ni eso le ayudó cuando los maestros tomaron las instalaciones del plantel. Finalmente salió como las chachas, por la puerta de atrás.
Sin aprender las lecciones de aquella experiencia, ahora la maestra Leticia ha relajado las condiciones laborales en tan prestigiada institución que permite a los padres tener llaves de ciertos cubículos escolares, cuando éstas deberían estar numeradas y en poder de la contraloría escolar. Además, permite la presencia de padres de familia en reuniones o juntas académicas y deja que condicionen la entrega de documentos oficiales si los papás no compran boletos para la graduación.
Mismo personal de la escuela informaron a este medio que los padres disponen de las instalaciones de la escuela para organizar sus fiestas, todo con la aprobación de la maestra Guzmán. Al parecer en Xalapa varios directores escolares se le elevan los aires de grandeza, se siente emperadores cuando en realidad son gigantes de hierro con pies de barro; si siguen estirando la cuerda, ésta se puede romper en cualquier momento.