Es seguro que el presidente recibió y analizó varias propuestas, algunos medios mencionaban a José Calzada, Jorge Carlos Ramírez Marín, Enrique Martínez y Martínez, Miguel Ángel Osorio Chong y hasta a la misma prima del presidente, Carolina Monroy. Sin embargo, el Ejecutivo federal, no quiere sorpresas.
Peña Nieto le está apostando a un hombre que pueda conducir el proceso a través de un operador confiable, capaz de negociar para el presidente y no para él y sobre todo con el margen de seguridad que le otorgue una amplia capacidad de maniobra a la hora de decidir quién será el candidato presidencial de su partido y la manera en que habrá de conducirse la campaña.
En otras palabras, quiere poner un hombre moldeable, y desde luego que cuide los intereses del oscuro Grupo Atlacomulco. Por lo pronto se espera la cargada de la clase priista de un momento a otro.