Lo dijo hace poco el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez el Bronco, que su estado no es Oaxaca. Esto en referencia a la lucha magisterial que se está llevando a cabo en el estado del sur, lucha que se ha replicado también en Chapas y Guerrero. Pues como para que se trague sus palabras, el día viernes unas 900 escuelas realizaron un paro para manifestarse en contra de la Reforma Educativa.
Los maestros partieron de la Macroplaza, recorrieron varias calles del centro de Monterrey para llegar a la sede del Congreso de Nuevo León donde fueron recibidos por algunos diputados del Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y Partido Acción Nacional. Por la tarde, los maestros del turno vespertino llevaron a cabo otra manifestación similar.
El repudio a la Reforma Educativa ya es demasiado. Es tiempo de que el gobierno reflexione sobre las consecuencias de llevar a cabo una Reforma Educativa prestando oídos a los intereses particulares de Claudio X. González, un sujeto que ni se inmuta ni se acongoja, pero exige que se detenga a los maestros que se manifiestan a quienes considera delincuentes.
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