Uno que como el ave de Díaz Mirón cruzó el pantano sin manchar su plumaje es Juan Octavio Pavón, quien renunciara muy a tiempo a la Coordinación de Comunicación Social de Veracruz. Juan Octavio, trascendió, se negó a participar en la guerra sucia que se estaba implementando en contra de Miguel Ángel Yunes Linares.
Fue de los pocos que advirtió que esa guerra sucia, como estrategia, sería contraproducente. Ante su renuncia se llamó a Alberto Silva, el “bombero” de Veracruz, quien dijo venir a apagar los incendios, pues los medios ya traían a Duarte de un lado a otro.
Los resultados ya los conoce usted: el bombero resultó bombardero y la guerra sucia sólo sirvió para que algunos medios irresponsables, y otros personajes políticos, se empinaran hacia el precipicio. Pero Juan Octavio Pavón hoy día puede presentarse sin ningún problema en cualquier lugar, con la frente en alto, porque a final de cuentas, el saldo resultó a su favor.
Comentarios