Después de que las autoridades federales reconocieran que sí hubo disparos en los enfrentamientos en Nochixtlán, Oaxaca, los mandos policiacos están deslindándose uno a uno de esa acción que originó siete muertos y más de una centena de heridos.
En el más reciente número de la revista Proceso viene la entrevista que le hicieran a Enrique Galindo Ceballos, comisionado general de la Policía Federal, quien acusa que fue la Gendarmería, división que «está a cargo del comisario Manelich Castilla Craviotto, cercano al presidente Peña Nieto», quien respondió a las supuestas agresiones de los manifestantes. «Fue un error táctico», señala el entrevistado.
Sí, pero un error que costó casi una decena de vidas y cientos de heridos; un error que debilita a un presidente con fama de represor y que puso otra vez a nuestro país en el exterior como un país bárbaro. Hasta el momento se siguen esperando que se detenga a los agresores para que se les dé una sanción ejemplar.
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