Hilario Barcelata Chávez / El día de ayer el Congreso de Veracruz aprobó la reforma constitucional que otorga autonomía presupuestal a la Universidad Veracruzana, con lo que el presupuesto anual de esta máxima casa de estudios será equivalente al 4% del total de los recursos del gobierno estatal, asegurándose que el monto que se entregue nunca será inferior al del año anterior. Si, aún tiene que ser ratificado en el siguiente período de sesiones de la Cámara de diputados, y también por los ayuntamientos del estado, pero este primer paso es un avance enorme.
Esto representa un triunfo para la comunidad universitaria que se movilizó mediantes marchas, mítines, debates, investigaciones, reflexiones, haciéndose escuchar en todo el país. Claro, la petición de los universitarios era autonomía con el 5%. El Colectivo en defensa de la UV fue el primero en levantar la voz para proponerlo.. Sin embargo el otorgamiento del 4% es un gran logro y representa la posibilidad de un incremento muy importante de recursos, algo así como 1,600 millones de pesos adicionales, lo que permitirá a la UV llevar a cabo un proceso de expansión sin precedente. No es lo que se pedía, pero es más que lo que se nos había ofrecido.
Con ello la universidad podrá ampliar su matrícula, incrementar el número de espacios para alumnos de nuevo ingreso, ampliar y mejorar sus instalaciones, sus equipos, mejorar la calidad de la docencia y de la investigación y expandir la promoción del arte, la cultura y el deporte. Podrá también, por ejemplo, resolver los problemas de precariedad laboral que sufren los profesores de la Universidad Intercultural (UVI) y ampliar los apoyos a la investigación y el desarrollo tecnológico.
Y esta nueva realidad, nos debe hacer pensar en el compromiso que tendremos los universitarios por impulsar la creación de la universidad del futuro, la universidad como protagonista del desarrollo. Compromiso para ser más eficientes, más productivos, más transparentes, más democráticos. Y ello requiere repensar y reconstruir nuestra máxima casa de estudios. Requiere pensar en un gran plan renovador y comprometido. Y para ello tenemos que revisar nuestra estructura, nuestras formas de gobierno, los mecanismos para elegir a nuestras autoridades; nuestras formas de vincularnos con los sectores productivos. Y remover ineficiencias, luchar contra las inercias, contra el desinterés, el oportunismo, la desidia y la falta de compromiso. Revisar la labor de quienes usan los recursos de la universidad y no aportan nada, de los que abusan al detentar un cargo, una plaza de docente o de investigador o un cargo administrativo y no cumplen con su responsabilidad y simulan haciendo como que hacen, sin hacer nada. Los que administran los recursos, los que administran los procesos, los que administran la academia. Detectar a los que obstaculizan a otros para que no progrese el trabajo académico perjudicando a la UV con decisiones y medidas que burocratizan y entorpecen el quehacer académico, de los que simulan para ingresar y luego simulan para permanecer usufructuando el presupuesto universitario.
Es muy satisfactorio que el trabajo de investigación que hemos realizado en El Observatorio de las Finanzas Públicas de la UV, haya servido de fundamento a la diputada Mónica Robles en su argumentación y posicionamiento de la autonomía presupuestal con el 4% del presupuesto el día de ayer en el Congreso. Es evidente que los datos que hemos ofrecido y el análisis realizado, fueron utilizados por los diputados, dotándolos de suficientes elementos para fundamentar y justificar la iniciativa que presentaron. La utilidad que han tenido estos estudios revelan la importancia que tiene el trabajo académico, y la urgencia de apoyar con más recursos las tareas de docencia y de investigación. La aprobación de la reforma para la autonomía universitaria, confirma que en El Colectivo en Defensa de la UV teníamos la razón al impulsar la idea de la autonomía financiera con el 5% del presupuesto total. Hoy es un logro de todos los universitarios. [email protected]
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