Virginia Durán Campollo / La mayoría de la clase política veracruzana en función, son rufianes. Lo demuestran en su desesperación. No acaban de asimilar el cambio. Se empeñan. Patalean, maldicen, se encrespan. La tienen perdida, pero no ceden. Denotan la ambición. El presupuesto pensado se les escapó. Anidan aún la expectativa de que Duarte logré entrampar para, realmente, no sabemos qué. Lloran amargamente todos los días. No solo ellos sino también aquellos que se sumaron a la campaña priista, no por amor a la camiseta, por las prebendas que iban a recibir. No los calienta ni el sol. Publican, hablan, se quejan. Ven sus ilusiones perdidas. Esos puestos en los que lucrarían solo dos años, pero algo es algo. Como dijera Manlio Fabio Beltrones, otro damnificado, se llevarían lo poco que dejó Javier. Los puestos estaban repartidos, al igual que los cotos de poder.
*** Los mismos cercanos de Yunes Landa, trasciende, medraban con su nombre. Empresas de todo tipo, estaban ya apalabradas para concretarlas, llegado el momento de la sucesión. “De que llega, llega. ¿No ves cómo le ha pegado la campaña sucia a Miguel? Esto es PAN comido”, se mofaban. Quienes han servido al PRI y ahora pretenden con el PAN. De pena ajena, verlos excitados esperando el dedazo, sin mayor mérito que el servilismo a ultranza. Se desviven para que los vean. Despotrican contra Héctor- sobre todo aquellos que le apostaron, con grandes cantidades de dinero- sin analizar los errores y la traición de Palacio. Sin dignidad alguna, culpan sin auto analizarse. Ojalá que el equipo de Yunes Linares, tenga la inteligencia de detectarlos.
*** Cuánto daño hacen los prestidigitadores, que avientan nombres, para la integración del gabinete venidero. Un caso es el supuesto, para la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado. Una área complicadísima, que primero debe ser auditada pues se manejaron miles de millones de pesos en opacidad total. Los directores tanto fidelistas como duartistas, fueron una lacra. Se necesitan características especiales, como ser periodista egresado. Desenvolvimiento y conocimiento, de la prensa local y nacional. Poseedor de educación y cultura. Creativo y receptivo. Es quien será el encargado, de la imagen del gobernador electo. No se le puede dejar, en manos de aventureros o improvisados. La madurez contará mucho. La honradez y el prestigio, tienen que ser requisito. Parásitos rastreros con el jefe, no darían resultados. Se reproducirían los casos de Alfredo Gándara, Gina Domínguez y Alberto Silva, quienes merecen juicios políticos ya que ostentan riqueza inexplicable. Los negocios que hicieron, avergonzaría hasta a los diputados federales priistas, que son verdaderas ratas de 400 patas. En fin, faltan algunos meses y analizar muchos renglones. En el afán de quedar bien, se apresuran para amarrar. Hay que tener mesura.
*** Algo se cocina, pues uno de los que cerró su publicación me advierte: “Te recuerdo una cosa: pronto reapareceremos, así que ahí nos vamos a encontrar” (gulp).
*** Por este medio hacemos llegar a los familiares y cercanos colaboradores, nuestro más sentido pésame por el deceso de don Enrique Ramos Rodríguez, Dirigente de la CTM en Veracruz. Mi querido paisano, así nos saludábamos, quien siempre fue afectuoso y cariñoso con la que escribe. ¡Ándele don Enrique!, vamos hacer un libro. Usted conoce bien la historia del sindicalismo nacional, le decía. Contestaba sonriendo: “¡Sí paisana!” Que en paz descanse.
*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
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