De verdad que tiene razón el proverbio bíblico que reza: «La tontedad está atada al corazón del muchacho». Tal es el caso del joven funcionario Aurelio Nuño Mayer, encargado de la Secretaría de Educación Pública. Su cerrazón y estrechez de miras han colocado al Gobierno Federal en una situación muy comprometida y delicada.
El mal manejo del conflicto con la CNTE, la aprehensión de sus principales líderes, es como regar gasolina sobre paja. El Gobierno Federal debería de ver, con seria preocupación, la participación del cada día más poderoso líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Su cerrazón al dialogo, le ha dado la excusa perfecta al tabasqueño para abanderar un movimiento que podría alcanzar grandes proporciones en todo el país. Al menos para el próximo 26 de junio está convocando a una marcha como apoyo y exigencia de la liberación de los maestros detenidos. Dijera nuestro querido Juan Gabriel, «pero que necesidad, para que tanto problema».
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