Sin embargo, el candidato de Morena neceaba con que tenía sus propios resultados y que hasta el momento, el OPLE sólo tenía contabilizadas el 30 por ciento de las actas, a lo que Loret le respondió que el PREP llevaba más del 50 por ciento de las actas contabilizadas. Entonces Cuitláhuac, otra vez volvió a preguntar que quién daba esos resultados y, de plano, el comunicólogo, harto de tana necedad, lo dejó hablando sólo.
Es una pena que el joven Cuitláhuac García, que como candidato a diputado hizo un buen papel, en esta ocasión como candidato a gobernador está haciendo un papelón. Más que evolución, lo suyo fue involución; daba miedo su sectarismo, su engreimiento, sus desplantes de arrogancia. De haber sido un buen candidato, hubiera podido lograr ser gobernador de Veracruz, pero por más que se le decía que cambiara de actitud, sus pejezombies lo arropaban, lo alentaban para que siguiera como iba, pero lo peor de todo, cubrían sus defectos insultando a quienes se los señalaban. ¡De la que nos salvamos!