El primero, se quiera reconocer o no, tuvo propuestas interesantes y cuenta con una estructura a lo largo y ancho del estado; el segundo pretendió capitalizar el descontento de la sociedad veracruzana por una gobernación corrupta y fallida como lo fue la de Javier Duarte, sin embargo, los ataques contra la fortuna de uno de sus hijos siempre hizo mella; y, mientras tanto, el candidato de Morena se fue recorriendo el estado sin hacer ruido, no obstante, que en ocasiones mostraba una recurrente cerrazón con los medios de comunicación.
Lo cierto es que el domingo, el electorado veracruzano tendrá la oportunidad de votar por el candidato de su preferencia. ¿Quién cree que sea el ganón?