Arturo Reyes Isidoro / Impredecible y no, así se presenta el resultado de la elección del próximo domingo para elegir al nuevo gobernador del estado.
Impredecible porque hay cuatro escenarios probables y una certeza.
Si sale a votar todo el voto duro del PRI y funciona la estrategia de Javier Duarte de haber alentado candidatos títeres de minipartidos para fraccionar el voto, puede ganar Héctor Yunes Landa.
Si sale a votar todo el electorado inconforme con la administración duartista sobre todo por los actos de corrupción e impunidad, así como por la inseguridad, entonces el triunfador será Miguel Ángel Yunes Linares.
Si todos los indecisos se activan y deciden ir a votar para acabar con la “mafia del poder”, que incluiría a Héctor y a Miguel Ángel, entonces será Cuitláhuac García Jiménez quien se alce con el triunfo.
Si ninguno de los tres gana en forma contundente y clara con un gran número de votos y la diferencia es miníma, entonces impugnarán el resultado y se tendrán que ir a tribunales donde se decidirá el resultado.
Pero hay una certeza verdaderamente preocupante, una certeza al menos para mí, porque lo escuché de una priista joven pero ya con experiencia que actúa en la legalidad: nosotros ya terminamos nuestro trabajo y de aquí en adelante, en lo que resta, entran todos los malos.
Y cuando se refiere a los malos se refiere precisamente a eso: a todo tipo de malos, que harán uso de todo tipo de recursos ilegales, hasta delincuenciales, para impedir que gane la oposición, en especial, sobre todo, Miguel Ángel Yunes Linares, contra quien aparecieron el pasado fin de semana espectaculares en todo el estado insistiendo en que es pederasta y pidiendo cárcel para él, mientras que ayer elementos de la Fuerza Civil y de Transporte del Estado le retuvieron 17 camiones con simpatizantes de varios puntos del estado que iban a su cierre de campaña en Boca del Río, aunque después los dejaron pasar cuando llegaron elementos federales.
En todo caso, una vez que cierren campañas el próximo miércoles, el reto es para la ciudadanía, para el electorado: salir a votar libremente, en forma decidida, sin miedo alguno, por quien su conciencia se lo dicte.
También lo escuché de un priista: si más del 60 por ciento de los veracruzanos acuden a las urnas, entonces el PRI habrá perdido.
La clave, pues, sigue siendo el ciudadano, que vote, en primera porque si no lo hace ese espacio se lo dejará para que voten por él los mapaches, en segunda porque si lo hace en forma contundente no dará espacio para dudas de quién ganó.
El fin de semana, un alto dirigente del PRI me aseguró que van a ganar, que no sólo saldrá a votar su voto duro, sino que “van a votar hasta demás, ya sabes quiénes”.
También un viejo operador priista, de los que saben lo que dicen y por qué lo dicen, me aseguró que van a ganar porque harán uso de todo tipo de recursos, legales y extralegales, y que no habrá nada ni nadie quien los detenga.
Ayer ya se vio uno de los resultados de esos recursos, cuando se filtró la renuncia “con carácter de irrevocable” de Filigonio Mortera Castellanos, candidato de Morena por el distrito XXV de los Tuxtlas, por “problemas de salud”.
En realidad, en ese distrito no se veía mayor riesgo porque el candidato del PRI, Vicente Benítez González, está bien apuntalado pues tiene muy bien trabajada la plaza desde años atrás.
Pero el efecto sería más bien por parte del duartismo de asegurar mayoría y control de la Cámara de Diputados en caso de que gane la gubernatura un candidato de oposición, para desde ahí amarrarle las manos y evitar que actúe en contra de quienes ya se van y están acusados de actos de corrupción.
Creo que, en todo caso, lo mejor que se puede decir y lo más apegado a la realidad es que no está nada definido para nadie y que cualquier cosa puede suceder.
En este escenario, encaja bien el comentario ayer de F. Bartolomé en la columna “Templo Mayor” del diarioReforma:
“POR SU NÚMERO de electores y su presupuesto anual, Veracruz es la joya de la corona electoral en los comicios del próximo domingo y, ahí, la contienda está apretada entre PRI, PAN y Morena.
Y LOS ANALISTAS advierten que si esa elección se va a tercios, la maquinaria tricolor y el apoyo velado o manifiesto del gobierno de Javier Duarte terminarían por inclinar la balanza en favor del priista Héctor Yunes.
CON ELLO, los panistas y perredistas que apoyan a Miguel Ángel Yunes y los morenistas que están detrás de Cuitláhuac García acabarían peleando por ver quién se queda con el honroso -pero inútil- segundo lugar.
¿SERÁ por eso que los tricolores andan tan entusiasmados con la pluralidad política en esa entidad?”.
O sea, esto se cumpliría en el primer escenario que cito al principio: si funciona el fraccionamiento del voto como lo contempló Duarte.
Y siempre sí hubo una última encuesta, de las que dijo Armando Méndez de la Luz que perfilarían un probable ganador porque serían de la tercera semana de mayo. Ésta fue de la cuarta semana del mes, con un resultado a diez días de la votación.
El viernes en Boca del Río, el director de Berumen y Asociados, Edmundo Berumen Torres, dio a conocer el resultado de la que pudo haber sido la última medición antes del cierre de campañas, que dio 6 puntos de ventaja a Miguel Ángel sobre Héctor y 10 sobre Cuitláhuac, en números redondos.
Sin embargo, fue muy cauteloso, honesto se diría, al decir que era el resultado de una encuesta levantada los días 24, 25 y 26 de mayo, pero que únicamente representaban los resultados que hubieran ocurrido si las elecciones hubieran sido ese día, ya que el próximo domingo podrían verse modificados. O sea, sí, pero quién sabe.
Pero ayer domingo, los de la causa priista difundieron un tracking (seguimiento) en la que se coloca a Héctor a la cabeza con 25.9% de la preferencia electoral contra 20.3 de Cuitláhuac y 19.1 de Miguel Ángel Yunes Linares. Eso motivó que Héctor declarara ayer en un café de Boca del Río que ganará por más de cien mil votos.
Ha desatado tanto interés la elección en nuestro estado que el viernes pasado dos de los más importantes medios británicos se ocuparon de Veracruz: The Guardian y The Economist y también abrieron la posibilidad de que desencantados los electores con los Yunes pudiera ganar Cuitláhuac.
Por lo pronto, tanto Miguel Ángel Yunes Linares como Cuitláhuac García Jiménez cerraron ayer sus respectivas campañas en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, a uno acompañándolo el exPresidente Felipe Calderón Hinojosa, al otro el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
En el otro frente, familiares y colaboradores del extinto gobernador Fernando Gutiérrez Barrios se reunieron con Héctor Yunes Landa para brindarle su apoyo. En un convivio, Susana Torres Hernández, de los Tuxtlas, ex Directora de Inversión Pública, dijo que “en política nada es casual, nos reunimos con el futuro gobernador que tendrá que refundar Veracruz” y que “no hay en este grupo millonarios ni personas que deban traer escoltas, la mayoría seguimos trabajando y viviendo en una medianía”.
Entre los presentes estuvieron además Luis Eduardo Lara Gutiérrez Barrios (nieto), Raúl Ojeda Mestre, Gustavo Nachón Aguirre, Guillermo González Díaz, Laura Vargas Vargas, José Luis García Mercado, Luis Antonio Pérez Fraga, Toño Nemi, Olga Lidias Robles, Alfredo Algarín Vega, Froylán Hernández Lara, Jorge Moreno Salinas, Manuel Laborde Cruz, Miguel Ángel Díaz Pedroza y Rosa María Campos.
La guerra llega reñida hasta el final y de aquí al miércoles todos van a echar su resto. Un caso que me llama la atención es la del exrector de la UV, Raúl Arias Lovillo, quien abiertamente se sumó al PRI, pues en espectaculares que vi en Xalapa y en el puerto de Veracruz hace propaganda a favor de Héctor Yunes y ayer se difundió un boletín haciendo lo mismo con Corintia Cruz Oregón. Si gana el tricolor, sin duda será un importante funcionario.
Otro caso es el de la exprimera dama del estado, Sonia Sánchez de Chirinos, quien, a mi juicio, trabajó como pocos en la campaña de Yunes Landa, destacable porque además escogió las sierras y movió a toda la población indígena, o sea, se fue a la incomodidad cuando no tiene necesidad. Hasta ella misma parecía la candidata. Admirable, sin duda alguna.
No me hace falta ningún cargo: Morales Lechuga
Pero escuché el viernes a Ignacio Morales Lechuga en un hotel de Boca del Río decir a los reporteros que no le hace falta ningún cargo “porque el hoy candidato mañana gobernador me tiene a sus órdenes desde hace muchos años”.
Así respondió a la pregunta de si va a aceptar la invitación que le hizo Héctor Yunes Landa para integrarse a su gobierno si gana. Pero se fue de largo.
“Lo más importante es que en el estado no se repita la impunidad que proviene del poder político, que lacera, lastima e indigna a todos los paisanos”, pues dijo que “han dispuesto, utilizado grandes recursos que hoy no se sabe dónde fueron a parar, excepto que no se destinaron para lo que fueron autorizados”.
También criticó que “el pueblo vea riquezas impresionantes de políticos, hoy hasta de candidatos, que no tienen una justificación, una explicación y que no se puede seguir tolerando”.
¿Qué otra vez se va Silva?
Es sólo una versión: que terminando la campaña, Alberto Silva Ramos regresa a su curul en la Cámara de Diputados federal.